LA VERGÜENZA MÁS GRANDE DE LA HISTORIA CELESTE
Vergüenza, indignación, bronca, rabia, impotencia son algunas de las sensaciones que uno puede experimentar una hora y media después de sufrir la humillación deportiva más grande de la historia del deporte uruguayo. Venezuela nos acaba de ganar de visitante 3-0!
Si bien hasta el día de hoy tenía al 24 de agosto de 2001 como la fecha identificada con el “Día de la Vergüenza” (derrota sufrida en Venezuela en las pasadas eliminatorias) lo de esta noche supera todo.
Terminado el partido repasé en mi mente cuándo había sentido tanta bronca y admiración a la vez por el juego de un rival celeste en Centenario. Teniendo en cuenta que es la séptima eliminatoria que presencio y que de niño-adolescente, tuve la suerte de vivir la década del 80′ donde sólo se perdió un partido en calidad local (Perú 81′), creo que desde el 1-4 ante Alemania en 1992 no experimentaba una sensación igual.
Como todo lo que rodea a la selección de Uruguay está mal, fue que desde la salida hacia el Estadio hasta el final del partido, viví un cúmulo de disgustos que paso a comentarles.
1) Como dije, es mi séptima eliminatoria y salvo a las de 1993 asistí a todos los partidos que Uruguay jugó como local, además del partido ante Argentina en Núñez (2000) y el partido desempate ante Australia.
Con 28 años vivo como si fuera un niño el día del partido al punto que salgo de mi casa caminando (con lluvia o con sol) junto con la bandera uruguaya y hago los cinco kilómetros que me separan del Estadio como si fuera el entrenamiento de cualquier jugador; espero el ómnibus con los jugadores para brindarles un aplauso a su llegada y luego ingreso al Centenario.
Esta vez cuando estaba por Avda.Brasil y Benito Blanco escuché que el ómnibus ya se encontraba por el puente Carrasco. Comencé a correr para poder llegar a tiempo y cumplir con la rutina de todos los encuentro; por suerte llegué, eso sí, lejos estuve de poder acercarme a la baranda y saludar a los jugadores.
Los cráneos que organizan el espectáculo (¿espectáculo?) impidieron que los aficionados uruguayos pudieran saludar a los integrantes de la selección porque a alguien se le ocurrió mandar seis caballos con oficiales para impedirlo.
Así, grandes, jóvenes y niños no pudieron ver a quienes iban a jugar representando a la selección de todos.
2) Al entrar al Estadio observé, una vez más, la peor cancha que existe en toda América en cuanto a césped se refiere. Es inconcebible a esta altura que el Ingeniero Invernizzi siga al frente de su cuidado.Antes la excusa era la cantidad de partidos, luego apareció la famosa lagarta y ante todo, el clásico «lo que pasa que antes esto era un pantano»; cuánto bolazo. Por favor!
Este señor no tiene vergüenza. Mucho menos quienes lo mantienen en un puesto que hasta ahora es como el de cualquier funcionario público, inamovible!
3) Más hacia la hora del partido otra joyita… la canción oficial de esta bochornosa etapa celeste. Dios mío!
«Se puede…claro que se puede…»…, parece joda que Uruguay tenga esa frase como eslogan.
Me pregunto si el que la hizo sabe que Uruguay (el fútbol uruguayo) ha ganado lo máximo que se puede aspirar: Mundiales, Copas América, JJ.OO., Libertadores, Intercontinentales, Interamericanas, Supercopas, Recopa y seguramente alguna cosa más.
Entonces me vuelvo a preguntar: ¿qué carajo es lo que se puede?.
Imitamos una frase traída de Méxco cuyos aficionados antes de ver al TRI coreaban «SÍ, se puede!, SÍ, se puede!», hasta que al ganar la Copa de las Confederaciones en 1999 cambiaron el libreto por el «SI, se pudo!
Entonces muchachos, no nos podemos comparar con los mexicanos! No podemos permitir que esa canción sea entonada en ningún estadio de nuestro fútbol.
4) Acto seguido, en la presentación de los equipos me pregunté si habían secuestrado a la «voz oficial del estadio».
No sólo la voz era distinta -e impresentable- sino que nunca escuché la alineación de un equipo de adelante para atrás. Claro que a la vista del resultado esa voz no se equivocó ya que cada cual jugó donde quiso.
5) Antes de ingresar los equipos a la cancha apareció la supuesta mascota oficial (¿?). Otra pelotudez! El famoso “Charoná”.
Así Uruguay pasó a ser la única selección que ingresa a la cancha con una mascota. ¡Y que mascota!
En el país donde los indios fueron exterminados la selección se da el lujo de tener como mascota a un risueño indio que la verdad, de charrúa y de tener garra poco parece, sobre todo a juzgar por su expresión bastante amanerada.
6) Ya con los equipos en la cancha encontramos la peor camiseta de la historia de la selección uruguaya. Ayer se cumplieron 104 años de la AUF y el próximo 15 de agosto se cumplirán 94 del debut de la camiseta celeste (1910) ¿Se leyó bien?, celeste! Ni azul, ni azul con negro, CELESTE!
Es insólito que cada vez que Uruguay cambia de camiseta lo haga por una peor. Claro que en esto tienen que ver los fenómenos que ingresaron a la AUF en 1997 y han hecho cualquier barbaridad en lo que respecta a la venta de los derechos de imagen del seleccionado.
7) Vale detenerse en Eugenio Figueredo, primer responsable de toda esta situación. El mismo que desde hace siete años se está rascando y riéndose de la gente con esa soberbia que lo caracteriza al punto de llegar a faltarle el respeto a los periodistas en la noche de hoy, tras semejante humillación.
Llegó a la AUF prometiendo sponsorizar al seleccionado y sin embargo, hasta el día de hoy, Uruguay era la única selección en el mundo que carecía de sponsor en su indumentaria deportiva. Claro que no llegó Nike, Puma, Adidas, ni Umbro, no, no, no, Ulsphort!
¿Se escribirá así? Este sujeto está siempre fuera del país cuando los temas importantes se están debatiendo: precio de entradas, Colegio de Árbitros, Asamblea de clubes, etc.
Este pedante personaje fue el que alguna vez quiso dejar a la ciudad de La Paz sin fútbol, gesto que hizo que en Bolivia los uruguayos seamos considerados unos malos perdedores, que cuando ganábamos nunca nos quejábamos y ahora que no le ganamos a nadie vivimos poniendo excusas.
8) Llegamos al comienzo del partido. Dejo de lado el sistema táctico, balance y cosas que se vienen diciendo desde que nuestro DT dirigía «a Feni».
Creo conveniente señalar sólo algunos de los hechos más bochornosos de Juan Ramón Carrasco y que hasta ahora me tienen impactado:
– «Citó a todos los jugadores que la gente quería» fue el verso de los objetivos e inseparables amigos periodistas apenas terminado el preolímpico donde Uruguay fue un desastre.
Lo cierto es que esta noche no estaban los que la gente quería: Carini, Tais, Lembo, Richard Morales no fueron tenidos en cuenta a la hora del partido; mucho menos el mejor jugador uruguayo de los últimos 5 años a nivel selección, Pablo García, que como alguna vez dijo este soberbio entrenador, nunca va a integrar la selección mientras él dirija.
A la hora del partido el único jugador que pedía la gente, y jugó, fue Darío Rodríguez; claro que lo puso en una posición en la que no jugaba desde sus épocas de Sudamérica.
– Citó jugadores faltos de fútbol. Hornos no bien llegó al aeropuerto anunció que ya le había dicho al técnico que «no tenía muchos minutos»; Liguera desde que se fue de Fénix nunca más pisó una cancha de fútbol; Forlán está pintado en el Manchester; Recoba juega uno y descansa dos en el Inter; Munúa tiene un asiento especial en el banco del Deportivo la Coruña; Pandiani recién hace tres partidos que juega de titular; Sorondo marca en el fútbol de Bélgica y “Petete” Correa juega en el Mallorca. Sí, “Petete” Correa.
Así es muy difícil, más cuando tenés practicando con la selección a jugadores como Bueno y Medina (goleadores del fútbol uruguayo) que quedan afuera por colocar nombres sin importar rendimientos. ¿Qué pasó JR? ¿No era que los nombres no estaban por encima del sistema?
– Puso jugadores fundamentales fuera puesto. Si tenemos a Hornos que hizo más de 20 goles en Uruguay, Chevantón que lleva 14 en el Lecce y Pandiani que lleva 11 en Liga -además de alguno en la Champion-, lo lógico es que para que se puedan aprovechar, se los utilice en la posición correcta.
Pues bien, a los goleadores los sacó del área. A Chevantón se lo puso bien aislado por la derecha, donde menos gravita, y a Hornos en el medio a bajar centros, una cosa increíble.
A Pandiani no le hicieron una sola jugada de desborde y al «gran» Chino Recoba, que algunos siguen diciendo que es un fenómeno, se lo pone, una vez más de “10”, cuando en sus 57 partidos de selección nunca hizo un pase mayor a diez metros para habilitar a un compañero (chance de gol diría JR).
Conclusión: el Chino no fue el encargado de llevar el juego desde el fondo hacia delante, tampoco de habilitar a sus compañeros, hizo que a Ligüera se lo pusiera en una posición que no era la suya, por lo que en definitiva, una vez más, fracasó en la selección.
Sobre Recoba deberíamos darnos cuenta que siendo uno de los 5 jugadores más rápidos del mundo tendría que jugar de punta! Dejémonos de querer ver al Maradona uruguayo, no nos hace bien ni a nosotros ni a él.
– Puso jugadores que nadie sabe de qué juegan. Algunos hablan por ejemplo del «polifuncional» Richard Núñez ¿? Un jugador que hace 5 años está en Suiza y no pudo salir de ahí por la simple razón de que es espantoso.
No tiene idea de cómo marcar y las veces que sube son contadas con los dedos de una mano. Para la idea de juego de Carrasco, donde los laterales deben subir permanentemente, es hora de decir que este jugador no sirve porque no cumple con su función.
Darío Rodríguez, siendo casi el padre, tiene igual o más subida que él pero además, algo fundamental y básico, sabe marcar.
Lo importante del lateral (volante o no) es saber marcar. Hoy Darío Rodríguez se vio atado por tener delante a un mal jugador que le impidió, primero jugar en su puesto y luego proyectarse al ataque.
– Carrasco siempre hizo cambios dentro de los primeros tiempos. Hoy que rompía los ojos y por llevarle la contra a todos se aguantó hasta entretiempo; allí sacó a Hornos y puso a Pandiani.
Pobre Rifle, igual que contra Paraguay en las eliminatorias pasadas lo volvieron a quemar. Se pensó que por hacer goles en Europa alcanzaba con ponerlo en cancha que el partido estaba ganado. Nadie le hizo el juego y pasó inadvertido.
El otro cambio aún no lo puedo creer: Correa por Chevantón. Que “Petete” esté jugando en la selección es joda!
– Nuestro DT, avalado por muchos periodistas que se aferraron a esta propuesta mentirosa, basaba su éxito en el hecho de haber tenido al equipo más goleador y ofensivo del campeonato (unos 3,5 goles y más de 10 «chance gol» por partido).
Sucede que desde el partido con Brasil han pasado cerca de 300 minutos sin convertir. ¿Qué pasó JR? País Vasco, Jamaica, Venezuela y 15 últimos minutos contra Brasil suman 285 minutos sin que nuestra afamada delantera convierta goles. Y contra qué equipos!
Además, mejor no considerar el preolímpico desastroso jugado por Uruguay porque como JR dice… «ése no era su equipo, a él le dieron la mayor y no hay de que preocuparse porque vienen dos partidos de local y tras ellos el TIKI, TIKI queda primero en la eliminatoria».
– Otro hecho patético y desagradable al que hay que ponerle fin de una vez por todas, es a ese lamentable corito que sale de los altoparlantes en pleno partido, tratando de arengar al público, cosa que está prohibida por la FIFA.
«U – RU – GUAY!!!» – «U – RU – GUAY!!!» ¿Dónde vivimos?
A mi nadie me tiene que decir cuando tengo que alentar y lo que tengo que hacer en el Estadio. Aliento si quiero y si no quiero no lo hago; para eso cada uno paga su entrada. Además, al comienzo fue para arengar, pero luego lo pusieron para tapar los insultos de la gente hacia el entrenador celeste: «Carrasco, hijo de …, la … que te …., Carrasco …».
– Corresponde decir algo sobre la actitud de los jugadores, en particular, del talentoso del equipo (Recoba). Es el primer jugador en la historia del fútbol mundial que pretendió llevar los usos y costumbres del básquetbol a una cancha de fútbol.
Pensó que ante el baile «vinotinto» se podía pedirle al árbitro que finalizara el partido antes de tiempo. Nunca en 28 años vi cosa semejante; alguien parado con la pelota en la mitad de la cancha sin pasársela a un compañero ni queriendo atacar a los rivales, gesticulándole al árbitro para que terminara el encuentro.
– Resulta cómico también escuchar al peor arquero de los últimos 15 años en la selección uruguaya decir que estaba molesto con la gente porque había silbado al equipo. El “manco” Munúa, otro soberbio que no sabe lo que dice.
El mismo que privó a generaciones de niños de la posibilidad de ver a Uruguay ganar un campeonato del mundo cuando Cambiasso le cabeceó dentro del área chica en la final de Malasia.
El mismo que en la eliminatoria pasada se comió el gol contra Colombia en el Estadio por estar adelantado y ese empate nos tuvo hasta la última fecha sufriendo (cuando de haber ganado, al menos nos asegurábamos el repechaje ese día).
El mismo que ya tiene 11 goles en contra en 5 partidos cuando a Carini en 19 partidos de la eliminatoria pasada le hicieron 12.
El mismo que hoy en el segundo gol demostró no tener capacidad técnica y discernir si salir a marcar al atacante -que entraba solo- o quedarse parado como el golero de «Cacho Bochinche».
Lo más triste es que tanto él como muchos periodistas están convencidos que atajó bien.
Pero lo increíble es que sienta que tiene la potestad de decirle a la gente lo que tiene que hacer o no. Si tiene derecho a protestar o se tiene que limitar a alentar.
– Para terminar, dado que al escuchar la conferencia de prensa no pude sentir que esta pesadilla llegaba a su fin porque la soberbia de JR no le permitió dar un paso al costado, quisiera expresar un deseo que creo es el de todos los uruguayos (menos un par de periodistas)…
Teniendo en cuenta que la semana pasada Pasarella le abonó a la AUF los USD800.000 que debía, sería bueno que mañana mismo los incapaces dirigentes que tenemos en la AUF le comuniquen al entrenador que ya no es más el técnico de la selección, le paguen lo que corresponda y se designe a alguien que entienda este deporte, que conozca los objetivos primarios y a largo plazo.
– Lo que tuve que presenciar hoy a falta de 20 minutos para terminar el partido fue algo que jamás olvidaré. No sólo vi gente que se retiraba aplaudiendo a los venezolanos y silbando a los celestes sino a un padre que se iba con sus dos hijos pequeños llorando a mares.
Uno en la vida puede perder todo pero jamás permitir que te roben la ilusión. Me pongo en el lugar de ese niño que fue ilusionado al Estadio, sin saber que su padre hizo un sacrificio importante por llevarlo, esperando ver los goles del Cheva, Charli, Lucho, o el que sea; jamás pensó irse destrozado a su casa creyendo que no va a poder ver a su país en una Copa del Mundo porque acaba de perder en el Estadio, por primera vez en 104 años, ante una de las selecciones más débiles del mundo.
Pensando en esos niños que hoy se retiraron llorando con su padre faltando 20 minutos, teniendo en cuenta que a diferencia de uno nunca vieron a Uruguay, Nacional, Peñarol ni a ningún equipo uruguayo salir campeón de algo, para que algún día se puedan ir con una sonrisa y gritar “dale campeón” es hora de que algo cambie, y ese cambio debe empezar AHORA!
Por eso hay que erradicar el tiqui-tiqui, al menos este ticki ticki, y volver a las fuentes de nuestro fútbol.
Eso no es sinónimo de pelotazo, patadas, falsa guapeza y demás, sino jugar con la mística que siempre tuvo el fútbol uruguayo y que muchos dieron vía libre para que se comenzara a perder.
Estamos a tiempo de corregir para llegar al objetivo que es la próxima Copa del Mundo. Para ello y para que nunca más se tenga que vivir un 31 de marzo como el de hoy, le pido a Carrasco que como dijo hace un mes «no le de bola a los periodistas»; dale bola a la gente JR, renunciá!
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