LOS TÍTULOS MÁS IMPORTANTES DE NUESTRA HISTORIA
Si somos la selección más laureada a nivel mundial, en parte se lo debemos a ellos. Si nos hicimos conocidos y somos cuatro veces campeones del mundo, sin dudas se lo debemos a ellos. Hablar de Uruguay es hablar de fútbol y no podemos hablar de fútbol uruguayo sin hablar de los campeones olímpicos de 1924 y 1928.
La leyenda nació a comienzos de siglo, se perfeccionó con los primeros logros en la Copa América de selecciones (1916, 1917, 1920 y 1923) pero indudablemente, se consolidó con las dos medallas obtenidas en Colombes y Amsterdam.
Durante 76 años Uruguay fue el único país sudamericano en ocupar el máximo sitial olímpico, hasta que Argentina logró las preseas doradas en Atenas 2004 y Beijing 2008.
Aquellos logros están rodeados de circunstancias que hacen que no se trate de dos hechos aislados en la historia. A modo de poder entender la magnitud de ésos títulos alcanza con saber que:
– a raíz de ellos Uruguay es cuatro veces campeón del mundo y el inventor de la vuelta olímpica;
– cada 9 de junio se celebra el día del fútbol sudamericano en un homenaje eterno a aquella victoria 3-0 ante Suiza en los Juegos de 1924;
– en otro de los tantos homenajes realizados a los campeones nació el gol y alambrado olímpico.
Lamentablemente con el paso de los años se le ha ido quitando mérito a aquellos logros. Muchos, equivocadamente, los consideran torneos menores obtenidos por la celeste, por detrás de los mundiales organizados por FIFA, las Copas Américas e incluso el Mundialito de campeones del mundo de 1980.
Yo sostengo, cada vez con más énfasis, que las dos medallas obtenidas en los Juegos de 1924 y 1928 son los torneos más importantes en la historia de la Asociación Uruguaya de Fútbol.
Este comentario, claramente subjetivo, puedo respaldarlo con otros argumentos, netamente objetivos:
– Uruguay salió campeón del mundo en 1930 y 1950 siendo los dos mundiales donde participaron la menor cantidad de países (13).
En los Juegos Olímpicos de Paris (1924) participaron 22 y en los de Amsterdam (1928) 17.
– Los títulos mundiales de Uruguay se lograron, en ambos casos, tras 4 partidos. En el Mundial de 1930 se jugó ante Perú, Rumania, Yugoslavia y la final ante Argentina, en tanto que en 1950, ganándole únicamente a Bolivia, accedió a jugar el cuadrangular final ante España, Suecia y Brasil.

Cuando Uruguay obtuvo las dos medallas de oro disputó, en cada Juego Olímpico, 5 partidos.
En 1924 se jugó ante Yugoslavia (7-0), EEUU (3-0), Francia (5-1), Holanda (2-1) y Suiza (3-0). Los celestes convirtieron 20 goles y recibieron sólo 2!
En 1928 se jugó ante Holanda (2-0), Alemania (4-1), Italia 3-2 y Argentina 1-1. En épocas donde no se contemplaba la ejecución de penales para definir un ganador, se debió jugar otro partido para dirimir quién se quedaría con el oro y allí Uruguay venció a los albicelestes por 2-1. En total convirtió 12 goles a favor y 5 en contra.
Los números de ambos logros son tan contundentes que decir que la travesía en barco por el Atlántico era interminable y que los entrenamientos se realizaban en la cubierta del buque, carece de relevancia.
LOS DOS CAMPEONATOS MUNDIALES DE 1924 Y 1928
Desde la creación de la FIFA en 1904 uno de sus grandes objetivos fue, además de expandirse como organización y buscar que el fútbol llegase a la mayor cantidad de países, organizar un Mundial de fútbol.

Mientras se afinaba la idea la FIFA acordó en el Congreso de 1924 asumir la responsabilidad de la organización de los Torneos Olímpicos de Fútbol. Y así dispuso «a condición de que los Torneos Olímpicos de Fútbol se celebren de acuerdo con la reglamentación de la FIFA, esta última reconocerá este torneo como un campeonato mundial de fútbol”.
Los Juegos Olímpicos del 1924 y 1928 fueron los únicos organizados por la FIFA y reconocidos por esta como Campeonatos Mundiales. Por eso Uruguay es tetracampeón del Mundo y de ahí, el motivo de las cuatro estrellas que lucen encima del escudo de su camiseta.
NACIÓ LA VUELTA OLÍMPICA
El torneo de fútbol dentro de los Juegos de 1924 tuvo un enorme éxito y contó con la asistencia de más de 60.000 espectadores en la final disputada entre Uruguay y Suiza en Colombes, pese a que la sede de aquellos Juegos fue la ciudad de Paris.
El 9 de junio los sudamericanos vencieron 3 a 0 y fue tal la demostración de afecto del público que los jugadores decidieron responder a los aplausos y vítores recorriendo la pista de atletismo que rodeaba el campo de juego completando así una vuelta, que a la postre sería llamada “vuelta olímpica” (foto de portada), hoy utilizada por cualquier equipo o atleta, de cualquier disciplina deportiva, que obtiene algún torneo.
ALAMBRADO OLÍMPICO
De regreso a Montevideo los campeones de 1924 recibieron múltiples homenajes e invitaciones de distintas partes de América para presentarse a exhibir su fútbol.
Así fue que su máximo rival (Argentina) con quien libraba varias batallas desde comienzos de siglo XX por las Copas Newton, Lipton y América, organizó un partido homenaje en la cancha de Sportivo Barracas.
El mismo estaba previsto para el 28 de setiembre de 1924. Fue tal la expectativa provocada por los campeones olímpicos que la capacidad del estadio se vio desbordada. Así, a poco de comenzado el encuentro, ante la invasión de público dentro del campo, se tomó la decisión de suspenderlo.
Para el 2 de octubre de 1924 y con el fin de evitar la invasión de parciales, la cancha presentó a su alrededor un alambrado de un metro y medio de alto que separaba a las tribunas del terreno de juego. Nació entonces el alambrado perimetral que rodeó por años cada cancha de fútbol alrededor del mundo. A él se lo llamó alambrado olímpico. Con los años la tecnología lo fue perfeccionado llegando inlcuso a desaparecer en algunos países.
GOL OLÍMPICO
Ese 2 de octubre se dio otro hecho histórico. A los 15 minutos del primer tiempo el argentino Cesário Onzari lanzó un tiro de esquina directo al arco uruguayo y la pelota ingresó sin que ningún otro jugador hiciera contacto con el balón.
Hacía sólo dos meses la FIFA había contemplado esa situación ya que hasta entonces la jugada era invalidada y el equipo que defendía debía reponer desde el arco. Con la modificación del Reglamento, Cesário Onzari se convirtió en el primer jugador en hacer un gol de corner al cual, en homenaje a sus rivales, se lo denominó gol olímpico.
DÍA DEL FÚTBOL SUDAMERICANO
Como para muestra vale un botón y para no ser redundante con lo ya expresado, copio la nota remitida a la AUF por el Presidente de la CSF (Nicolás Leoz) el 9 de junio de 2011:
“Con profundo sentimiento de ponderación, saludo a Usted, y por su intermedio al gran pueblo uruguayo, al conmemorarse hoy el «Día del Fútbol Sudamericano», como homenaje y recordación a aquella gesta del 9 de junio de 1924 en el estadio de Colombes, Francia, donde el Seleccionado Uruguayo, en una hazaña extraordinaria, se consagró campeón olímpico, un hecho que habría de marcar para siempre a todo el continente sudamericano.
Señor Presidente Bauzá, debemos celebrar y no olvidar el pasado, porque en ese pasado glorioso se podrá encontrar la fuente de inspiración, orgullo y coraje para seguir creciendo y rendir permanente tributo a los pioneros que construyeron la grandeza del fútbol sudamericano”.
Debería llenarnos de orgullo recordar no sólo aquellos logros sino cada 9 de junio.
Aquéllos olímpicos se fueron sin bombos ni platillos y volvieron como campeones del mundo.
Otros siguieron su legado y muchos serán los que vestirán la celeste en un futuro. Ojalá el ejemplo de nuestros viejos campeones se impregne en cada uno de ellos; así, ante cada desafío, nada mejor que su recuerdo y grabarse a fuego el lema olímpico para ir siempre «Citius, altius, fortius» (más rápido!, más alto!, más fuerte!).
Arriba Uruguay carajo!
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