Recién llego de ver «Gonchi», una película que de principio a fin te deja con los sentimientos a flor de piel. Quiero agradecer nuevamente a su director Federico Lemos (@fedelemos26) por la invitación y felicitarlo por haber hecho un trabajo espectacular.

Gonchi te posiciona en lo que es la vida de un joven que lucha por alcanzar sus objetivos: a fondo, cargada de sueños, sacrificios, mucho esfuerzo y varios golpes, algunos de los cuales, lamentablemente, no dan revancha.

Es imposible no emocionarse al recordar la vida de Gonzalo Rodríguez. Lloré y mucho por su trágico final; al ver la película, me volvió a pasar lo mismo.

El deporte me llevó a llorar por dos acontecimientos: la derrota de Uruguay en la final del mundial Sub.20 de Malasia (1997) y al enterarme de la pérdida de Gonchi aquél fatídico 11 de setiembre de 1999.

Respuestas al por qué pude encontrar con el tiempo. Haber podido ver a Uruguay campeón del mundo, aunque juvenil, fue algo siempre soñado por mi.

Al perder aquella final le desolación fue total. ¿Por qué? Porque SEGURAMENTE NUNCA MÁS IBA A VER A URUGUAY EN UNA INSTANCIA SIMILAR.

Eso pasa cuando perdés algo y sabes que difícilmente lo puedas recuperar o, en todo caso, puedas volver a estar tan cerca del objetivo.

En el caso se Gonchi no sólo se acabó un sueño sino, y lo más importante, la vida de un ser espectacular. Como amante de la F1 supe que a partir de aquél 11.9.1999 nunca más iba a poder ver a un uruguayo tan cerca de competir en algo que es mi pasión.

Recuerdo aquella tarde cuando escuché por Canal 4 a Flavio Bonavena dar la triste noticia. Me fui solo a la vereda a llorar desconsolado. Lo mismo me pasó cuando llegó al país y fui a recibirlo a la rambla en una tarde lluviosa.

El comienzo de la película me llevó a mi infancia cuando corría carreras de bicicleta con mis hermanas cual si fuera un Gran Premio de F1. En una ondina “saltaba” las curvas que armaba con sillas que hacían las veces de chicana.

Cascos

Es que mi niñez está asociada a la pelota y la F1. Torta de cumpleaños, “chaleco antiflama”, «cascos”, en fin, sueños similares a los que algún día tuvo Gonchi.

CumpleAquellos que me pregunta por qué o cómo hago para ver carreras a las 3AM aquí tienen una explicación.

Cuando llegué de ver la película y me preguntaron si era triste porque entré aún lagrimeando simplemente respondí: «es que cuando Gonchi corría yo sentía que lo hacía con él».

Además de ser contemporáneo y compartir la misma pasión por el automovilismo lo admiraba por ser uruguayo, su constancia, talento, don de gente y varios etc.

Ver y escuchar en la película la admiración y respeto que Gonchi despertó en sus colegas causa un orgullo aún mayor. Rivales que llegaron a lo que él quería y que fueron vencidos en la pista, más de una vez, por nuestro gran piloto.

Muchos amigos no fanáticos del automovilismo por años me han preguntado ¿Gonchi hubiera llegado a la F1? Siempre les respondí lo mismo: no tengas dudas!

No olvidemos que llegar a F1 no es sólo largar los domingos 20 veces al año. Ser piloto de pruebas o tener la chance de pilotar un test, también lo es. En la película vimos a Montoya que fue campeón de F.3000, Indy, ganó las 500 millas y 7 carreras en la F1.

A ese Montoya nuestro Gonchi venció en más de una oportunidad! Pese a los roces entre ambos el colombiano homenajeó a Gonchi más de una vez corriendo con el logo de “Speedy Gonzalo” en su caso.

Del mismo modo, algunos compañeros de Gonzalo llegaron a la F1 habiendo sido superados ampliamente por él como Gaston Mazzacane (Minardi, Prost) y Justin Wilson (Minardi).

Da una impotencia enorme ver como todos, ABSOLUTAMENTE TODOS los campeones de F.3000 y GP2, desde 1985 a la fecha, pilotaron un F1.

Aquí todos los campeones de F.3000 que han sido pilotos titulares de F1: Christian Danner, Ivan Capelli, Stefano Modena, Roberto Moreno, Jean Alesi, Eric Comas, Christian Fittipaldi, Luca Badoer, Olivier Panis, Jean C.Boullion,  Vicenzo Sospiri, Ricardo Zonta, Juan P.Montoya, Nick Heidfeld, Bruno, Junqueira, Justin Wilson y Sebastian Bourdais.

Luego tenemos a Jörg Müller (96) piloto de pruebas de Arrows, Sauber y Williams, y a Bjorn Wirdheim (03) tester de Pacific.

Desde 2005 la antesala de la F1 pasó a llamarse GP2; la situación no cambió y todos, incluso el último campeón (2014), se han subido alguna vez a un F1.

Han sido pilotos titulares: Nico Rosberg, Lewis Hamilton, Timo Glock, Giorgio Pantano, Nico Hülkenberg, Pastor Maldonado y Romain Grosjean.

Luego están los que ya han sido pilotos de prueba: Davide Valssecchi, Fabio Leimer y Joylon Palmer.

Entonces, si Gonchi ganó, peleó títulos y se codeó con todos los que salieron campeones y llegaron a la F1 cuando él corría, su destino, sin dudas, también era el de acceder a la máxima categoría.

Gonchi Mónaco
Celebrando su victoria en el GP de Mónaco 99′

 

Claro que el talento llega hasta la puerta de la F1. Allí sólo se permite la entrada a los que van acompañados (de dólares)!

Hoy Gonchi me volvió a emocionar.

Lo quiero recordar con esa enorme y contagiosa sonrisa que regalaba todo el tiempo y agradecerle por la extraordinaria lección de vida que dejó a los niños de este país. En Gonzalo siempre tendrán un extraordinario ejemplo de lo que significa luchar por sus sueños.