Cuando algo te resulte difícil de explicar podés hacerlo diciendo ¡ES URUGUAY!; tu interlocutor seguro te entenderá.

Pasaron pocos días del partido con Brasil y aún se sigue hablando de la forma en que Uruguay pudo revertir el mal comienzo, evitar una derrota catastrófica y no sólo empatar el partido, sino incluso ganarlo.

Si alguien no sabe quién enfrentó a Brasil el 25 de marzo en Recife pero le dicen que a los 40 segundos arrancó perdiendo, que a los 25 minutos iba 0-2, que además de ser visitante jugaba sin ninguno de los defensas titulares PERO que el partido terminó empatado y en los últimos 20 minutos Brasil no atacó sino que fue vapuleado por ése rival, seguro el interlocutor no se equivocará, el rival ¡ES URUGUAY!

No en vano es la única selección que le ha podido descontar dos goles de diferencia a Brasil en la historia de las eliminatorias. El viernes fue la segunda vez.

Nosotros, los uruguayos, no nos damos cuenta de lo que provoca en los demás cada actuación del seleccionado. Alcanza leer los titulares de los diarios del mundo para tomar real dimensión de lo que conseguimos no sólo en este partido sino a lo largo de nuestra historia.

Fuera de fronteras se preguntan cómo hace Uruguay para levantar ése tipo de partidos, cómo puede ser que en este pedacito de tierra siempre haya 11 hombres que pongan a la celeste a competir de igual a igual contra cualquiera? Porque lo del viernes fue en este 2016 pero antes:

  • Fuimos campeones del mundo en 1930 ganándole la final a Argentina (4-2) tras irnos perdiendo 1-2 el primer tiempo.
  • Fuimos campeones en 1950 tras…, bueno, ustedes ya saben.

De ahí para abajo hay partidos recordados no sólo de la celeste sino de equipos uruguayos que ganaron de manera poco creíble y con características hazañosas varios títulos continentales; a modo de ejemplo:

  • ¿Cómo hizo Peñarol en 1966 para ganar la Libertadores 4-2 tras ir perdiendo 0-2 hasta el minuto 67?
  • ¿Y en 1987 a América de Cali faltando un segundo?
  • ¿Y Nacional para ser campeón del mundo en 1988 empatando en la última jugada del alargue y luego de salvar varios “match point” en contra en una interminable definición por penales?
  • ¿Y el partido con Corea del Sur que ganamos en la hora en el mundial de Italia 90′ para pasar a octavos de final?
  • ¿Y el partido con Ghana en 2010?
  • ¿Y antes el partido en Quito que perdíamos 0-1 -resultado que nos dejaba eliminados en ese momento- y ganamos en la hora 2-1 con el penal de Forlán?

No hay mucho que explicar ¡ES URUGUAY!

Así, antes como ahora, TODOS ADMIRAN NUESTRA GARRA, nuestros huevos, PERO TODOS SABEN QUE HAY ALGO MÁS, el tema es que no lo saben explicar, mucho menos encontrar.

Porque saben que sólo con garra podés dar vuelta un partido, un campeonato, pero no tantos a lo largo de toda tu historia.

Y ése algo ¡ES URUGUAY!

Eso que no se puede explicar ¡ES URUGUAY!.

Se tiene o no se tiene y por suerte todo el que nace en esta tierra lo tiene.

Parte del secreto lo reveló nuestro entrenador: «el jugador uruguayo sabe sufrir, se cae, pero sabe cómo levantarse».

Muchos se preguntarán eternamente cómo hacen, nosotros ya sabemos la respuesta ¡ES URUGUAY!

Así que ya saben, cuando algo les resulte difícil de explicar no lo duden… ¡ES URUGUAY! alcanza y sobra, todos te van a entender.