Feliz, radiante, orgulloso de mi selección. Gracias a sus jugadores y cuerpo técnico por regalarme una alegría más.

Esa fue la primera expresión que me nació tras el contundente y por qué no sufrido triunfo logrado ante Venezuela que nos permite afianzarnos en la cima de la tabla cumplido ya el 50% de las Eliminatorias.

Era un partido clave y se ganó. De esos que en la previa y producto del momento, las circunstancias y plantel de cada uno, no admitía otra posibilidad que la de un triunfo celeste.

Al mismo tiempo era también de esos partidos que -hasta no hace mucho- se terminaban con una frase más o menos así: “otra vez le dimos vida al que llega muerto”.

Frase que pareció asomar en la mente de muchos cuando en la primera media hora la vinotinto se apoderó de la pelota y con transiciones rápidas, mucha precisión en los pases, gran funcionamiento y un desequilibrante Peñaranda por izquierda, generó peligro en cada jugada de ataque.

Claro que a la hora de concretar no pudo hacerlo y lo terminó pagando caro.

Tras una jugada rápida y aislada de los celestes llegó el primer tanto y con eso pareció sentenciarse el partido. Pase largo cruzado hacia la izquierda, centro preciso efectuado a la carrera por Suárez y gran definición de Lodeiro de cabeza tras llegar de la zona de volantes a toda velocidad.

El gol trajo tranquilidad y mató anímicamente a Venezuela que procuró mantener su buen juego colectivo hasta que la imprecisión se apoderó del equipo.

El segundo tiempo fue otro partido. Uruguay encontró rápido el segundo gol, pasó por arriba físicamente a su rival, cortó todos los circuitos que llevaban peligro en la primera mitad -al punto que Peñaranda fue sustituido-, logró juntar las líneas, armó circuitos de fútbol, mejoró en la precisión y generó varias oportunidades de gol. Así, hasta que llegó la expulsión de Vizcarrondo y posteriormente el tercer tanto tras una extraordinaria combinación entre Vecino, Sánchez, Suárez y Cavani.

El balance es sumamente positivo. Hubo rendimientos individuales buenos (Silva, Suárez, Cavani) y no tanto (Coates, Corujo y -más allá del gol- Lodeiro en el 1er tirmpo), pero lo más importante es que se ganaron 3 puntos que sirvieron para mantener el liderazgo en la tabla y dar un paso más hacia Rusia 2018.

Venezuela ya es historia. Ahora pasemos raya y permitámonos disfrutar, al menos hasta la próxima fecha, de algo inédito bajo este formato de eliminatorias: tener a Uruguay 1°, solo, habiéndose jugado ya la mitad de la competencia.