No bien terminó el partido entre Brasil y Argentina se instauró el debate acerca de qué puede llegar a pasar en la fecha 15 de las eliminatorias cuando recibamos en el Centenario a nuestro clásico rival.
Vamos a dejar que la albiceleste se lleve puntos de Uruguay por supuestos “favores” del pasado y la amistad que existe entre Suárez y Messi?
Sólo de pensarlo me da asco y bronca, mucha bronca. Yo voy al estadio a ver ganar a Uruguay como sea y contra quien sea. Pago mi entrada para disfrutar viendo a la celeste no para hacerle un favor a otro seleccionado.
Por suerte tenemos a Tabárez como entrenador y este juego periodístico berreta no entra en el Complejo Celeste.
Él jamás permitiría hacer algún tipo de “concesión” contra Argentina; ni contra nadie! De sólo sospechar que algo así pudiera llegar a ocurrir es muy probable que de un paso al costado ese mismo día.
En definitiva, en agosto de 2017 si se le puede ganar a Argentina sería bárbaro; si se lo puede eliminar, mucho mejor! Y para ello me bastan estos argumentos:
1) Se trata de nuestro clásico rival. Del clásico de selecciones más importante en la historia del fútbol; el más disputado y que reúne la mayor cantidad de títulos.
Las generaciones jóvenes lo toman como un partido más partiendo de un gran desconocimiento de la historia de ambos seleccionados.
Dejarlo fuera de un mundial, luego de la final de 1930 y los enfrentamientos en finales de Copa América, pasaría a ocupar lo más destacado en los enfrentamientos entre ambos.
2) La eliminación de Argentina implica tener, eventualmente, un rival de fuste menos en el mundial. Y así hay que pensarlo!
Uruguay no puede ir a un mundial pensando en que el objetivo es pasar de ronda. El objetivo es alcanzar la gloria y ello, nos consta a los uruguayos, es sinónimo de salir campeón.
Y para salir campeón es mentira que hay que ganar a todos. HAY QUE GANARLE AL QUE EL FIXTURE TE PONEN ENFRENTE y si es más fácil, mejor!
Sabido es que en la primera fase de los mundiales los sudamericanos no se enfrentan entre sí; también suele pasar que la mayoría de los países de la Conmebol acceden a los octavos de final.
Por lo tanto, si esto sucediera, de los 7 rivales posibles en 8vos de final 4 (57,14%) pueden ser sudamericanos -uno de ellos Argentina-.
En 2014 enfrentamos a Colombia y Brasil se midió con Chile.
En 2010 nuestro rival de 8vos pudo ser Argentina tal como lo fue en 1986 (cuando caímos eliminados); terminó siendo Corea del Sur dado que los seleccionados rioplatenses obtuvieron el 1er puesto de sus respectivos grupos.
Es que saliendo 1º en tu zona no es lo mismo enfrentar a un asiático, africano o europeo de clasificado 2º que a un rival sudamericano; aquí la paridad es muy grande y el nivel muy alto a tal punto que entre los 9 primeros del ranking FIFA de octubre 2016, 5 son países de la Conmebol!
Pese a esto hay que decir, claramente, que no es lo mismo enfrentar a Brasil o Argentina en un mundial (campeones con historia y presente en la competición) que a los otros países de nuestro continente.
3) Tendremos un cabeza de serie menos. Argentina está por encima de Uruguay en el ranking FIFA siendo este el criterio que se toma en cuenta a la hora de designar los cabezas de serie de cara al sorteo.
A lo expuesto en el numeral anterior le sumo el hecho de que existe cierta ventaja deportiva -cada vez menos pero existe- para aquellos países cabeza de serie. Lo sigo pensando más allá de la poca fortuna que tuvimos a la hora del sorteo en Brasil 2014.
Así que en agosto vamos por la victoria más trascendente contra Argentina de los últimos 29 años!
Te quedaste pensando por qué 29?
Los triunfos obtenidos en eliminatorias (2006 y 2014) fueron intrascendentes para nuestro clásico rival; en 2011 por la Copa América en Santa Fe empatamos a 1 en tanto que en 1987 en Buenos Aires, por la misma competición, le ganamos 1-0 y lo dejamos fuera la final.
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