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@En1buena

Lo demás es puro cuento

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Uruguayo

El fútbol hoy. 70% físico, 30% técnica.

Hasta hace un par de décadas la paridad en un partido solía romperse con técnica, la cual se sobreponía al aspecto físico. Hoy el físico hace que la técnica quede neutralizada.

Ello es una regla que solo rompe Lionel Messi, única persona en el mundo que puede sobreponer su técnica por sobre el físico de los demás. La explicación? Su físico.

La explosión que le suma a su técnica hace la diferencia entre el mejor jugador del mundo y cientos de buenos jugadores de moñita corta e intrascendente.

Antes, la técnica la teníamos de este lado del mundo, era propiedad nuestra. Hoy, el físico preparado para la alta competencia lo tienen todos, incluso bastante mejor que nosotros.

En ello influye la alimentación, la genética, los primeros años de desarrollo pero sobre todo la edad. Y mientras en Europa los equipos se arman con jóvenes atletas y una columna de experiencia -aún en condiciones de jugar en la élite-, en esta parte del mundo, y sobre todo en Uruguay, se arman con viejos y caros jugadores, muchos de los cuales llegan acabados del fútbol de alta exigencia.

La Copa del Mundo, la final de la Libertadores y el mundial de Clubes 2018 son ejemplos claros de esta situación.

Francia tenía un equipo de atletas con muy buenos jugadores. Llegó a la final de manera cómoda y obtuvo el campeonato al vencer a Croacia que venía con un equipo más veterano y cansado producto de tres alargues. El partido se acabó a falta de 30 minutos.

En la final de la Libertadores River Plate se impuso luego de que Boca mermara su rendimiento físico a partir del segundo tiempo producto de una mala conformación del banco y tener en cancha jugadores viejos o fuera de forma que terminaron arrastrándose en la cancha.

Días más tarde, en la semifinal del mundial de Clubes el Al-Ain bloqueó a River Plate desde lo físico. No lo dejó pensar, lo asfixió. Eso con el agravante de que mientras River tuvo 9 días para preparar el partido, el Al-Ain ese día estaba jugando su tercero en 6, con dos alargues de por medio.

Los dirigentes de nuestro fútbol deben tener claro que el fútbol de hoy es muy exigente y que si se quiere estar en la élite deben adaptarse a estos tiempos, dejar de contratar para la tribuna y actuar en consecuencia.

Hace rato que los nombres, por sí solos, no te definen un campeonato continental.

En Uruguay podemos poner el ejemplo de Diego Forlán. Excelente profesional, dedicado 100% a su actividad, con un físico privilegiado y técnica depurada. Una cosa fue su etapa 2010-2012 y otra desde allí hasta que se retiró en la selección (2014); qué decir cuando jugó por Peñarol la Libertadores 2016 .

Seguía con la técnica pero estaba lejísimo en el aspecto físico; mucho más lento en el pique o reacción para sacarse a alguien de arriba. Porque la técnica no se pierde, la velocidad sí.

Por eso no se debe confundir experiencia con vejez.

Hoy a los 26 años sos experiente y a los 32 estás al borde del retiro en lo que hace al fútbol de alta competencia. Y para no estarlo solo se requiere una cosa, estar al 100% físicamente. Y eso no es lo usual en la mayoría de los jugadores, menos en Uruguay.

El uruguayo tiene la misma herramienta que los extranjeros para desarrollar la actividad deportiva: su físico. Cuando van afuera lo desarrollan y ponen a punto para poder estar a la par sabiendo que el que no lo hace, vuelve a un nivel inferior.

30 AÑOS DE NACIONAL CAMPEÓN DEL MUNDO, POR ÚLTIMA VEZ.

Hoy se cumplen 30 años de aquella madrugada donde Nacional obtuvo su tercera Copa Intercontinental luego de derrotar al PSV de Holanda en una interminable tanda de penales (7-6) tras empatar 2-2 en la hora del tiempo suplementario.

Apasionante final donde cayeron varios mitos y estadísticas:

quien empieza primero la tanda de penales tiene 21% más de probabilidades de ganar;

quien tiene el golero más alto generalmente gana;

Si hoy es importante la diferencia de altura en los goleros más lo era antes de 1996 cuando el reglamento le exigía quedarse quieto hasta que la pelota fuera lanzada por el ejecutante.

Van Breukelen, bastante más alto que Jorge Seré, fue por demás respetuoso de esa norma y así fue como vio de cerca varias pelotas pudiendo detener sólo el remate de Daniel Carreño.

Por su parte, el arquero tricolor atajó tres penales convirtiéndose en la figura de la definición.

un ínfimo porcentaje de series se ganan tras tener 3 match point en contra.

Pues bien, Nacional salvó seis, tres durante la serie de cinco, algo que muy pocas veces se revierte.

Si fallaba Castro, convertía Lerby o erraba De León -penales 4-5-5 de la serie- PSV era campeón. Luego, por haber comenzado segundo, si en el mata – mata erraban De Lima, Revelez u Ostolaza, también el PSV -que ya había convertido- se hubiera consagrado campeón.

Fue la tercera Copa del mundo para Nacional y la sexta para el fútbol uruguayo.

Otra con tinte épico, no sólo por lo que fue la definición por penales sino por el empate agónico en el minuto 120 de partido.

En aquél momento Nacional y Peñarol quedaron como los equipos más ganadores en el mundo con tres Intercontinentales cada uno. Hoy están lejos, muy lejos.

De todas formas no pierdo las esperanzas de alguna vez poder volver a verlos en lo más alto.

NUESTROS GRANDES A NIVEL MUNDIAL

Han pasado 57 años de la obtención de la primera de las SEIS copas intercontinentales que tiene nuestro país.

En aquella oportunidad (19.09.1961) Peñarol vencía al Benfica de Eusebio y se tomaba revancha de lo sucedido un año antes ante el Real Madrid.

Qué lejos están nuestros clubes de ganar hoy algo parecido!

Hasta el 1988 se habían jugado 27 ediciones de la final del mundo; los uruguayos habían participado en 8 y ganado 6.

A partir de allí se disputaron otras 29 ediciones (serán 30 a fin de año), entre Copa Intercontinental y Mundial de Clubes, no sólo no se ganó ninguna sino que ni siquiera tuvieron la posibilidad de hacerlo, al no haber obtenido la Copa Libertadores.

Causas puede haber muchas, pero no alcanza con el simplismo de decir que cada vez es más difícil, que lo es!

Porque para ganar una final del mundo primero hay que llegar; y para ello hay que ganar un torneo continental donde en los últimos 30 años los uruguayos han desaparecido. Lo han ganado representantes de Argentina, Brasil, Paraguay, Chile, Colombia y Ecuador, pero nosotros no.

Queda claro que es muy difícil volver a ser campeón del mundo de clubes; pero no tanto llegar a la posibilidad de serlo.

Si llegamos a la conclusión de que lejos de resultar un imposible, ganar la Copa Libertadores está al alcance de la mayoría de los países de este continente, quizás nos convenzamos de que se puede, la actitud ante el desafío sea otra, y casi sin quererlo terminemos, de un momento a otro, a dos partidos de volver a tener, al menos por un año, el mejor equipo del mundo.

ELECCIONES EN AUF. En busca del codiciado sillón.

Es brutal la operación que están haciendo la mayoría de los clubes, de cara a la próxima elección de Presidente de la AUF, para sacar a este ejecutivo y seguir subsistiendo sin hacer absolutamente nada.

Con mucha hipocresía algunos hablan de reestructura pero, qué pueden cambiar Abulafia o Del Campo si no cambia la mentalidad de la mayoría de los dirigentes de los clubes y estos no empiezan a funcionar como el profesionalismo les exige.

Algún día habrá que darse cuenta que hay muchos clubes que no pueden estar en un fútbol que se dice profesional, y deberán seguir en el amateurismo o directamente desaparecer, como hicieron otros de cara a la temporada de 1932.

Y esto no es una defensa a Valdez, que llegó de una manera poco cristalina tras una operación que involucró al Gobierno y tuvo por objeto expulsar a Bauzá de la Asociación Uruguaya de Fútbol.

Pero ¿qué culpa tiene el actual presidente de la AUF de que los clubes de este país no hayan ganado nada en los últimos 30 años? ¿Qué culpa tiene de que la mayoría esté en una situación financiera deficitaria?

Institucionalmente, en un siglo de vida, los «grandes» de este país hicieron bastante poco para crecer. Recién en la última década arrancaron con obras (a puro préstamo) y fuertes campañas de socios, más por un tema de globalización y redes sociales que por ideas genuinas revolucionarias. Así y todo, alcanza con ver sus balances para darse cuenta que la planificación no ha sido muy buena.

Y qué dejamos para los chicos! Desde 1932 no solo no pudieron ganar nada relevante a nivel deportivo sino que hicieron poco para profesionalizarse; más bien nada. Siguieron actuando como amateurs durante 86 años; bastante más tiempo que los cuatro que lleva este ejecutivo.

Algunos trabajan bien las inferiores pero son un cero en infraestructura e igual de deficitarios que los otros clubes que no hacen ni aportan nada al fútbol uruguayo.

Yo me pregunto. ¿Es tan difícil promover una política de Estado donde, por ejemplo, de acá a tres años todos los clubes que participan de la Segunda División “profesional” puedan tener una chancha de césped sintético como la del Complejo Rentistas?

Exoneración de impuestos, facilidades para la importación del material, mano de obra, etc, etc. No se puede pretender mejorar el nivel del producto fútbol si no se mejora, antes que nada, el piso de los escenarios deportivos. Empecemos por ello y que todos puedan jugar en un piso digno y no un potrero, como se ve todos los fines de semana.

Después sigamos con esa política de Estado y vayamos por escenarios que reúnan lo básico. Estadios para 10.000 personas (para qué más) con tribunas de hormigón armado, un pequeño palco, vestuarios en condiciones y algunas cabinas decentes.

No se necesita demasiado más. O sí… pensar a veces implica un esfuerzo muy grande que no todos están dispuestos a hacer.

Entonces la ecuación es bien sencilla. En los últimos cuatro años lo que dependió del Ejecutivo de Valdez (relacionado a la AUF y selecciones) funcionó bien, lo que dependió de los clubes (autofinanciamiento, organización de campeonatos, logros deportivos internacionales) funcionó mal, como de costumbre.

Es que el problema no está en la presidencia de la AUF sino en la administración y gestión de las instituciones que la integran. Clubes que siguen esperando de la tv y la selección la solución a todos sus problemas.

Entonces, antes de pretender bajar los ingresos a los procesos de selecciones nacionales, mejor que los dirigentes piensen cómo hacer para que sus clubes puedan solventarse por sí mismos.

Por su parte los jugadores, a través de la “nueva” mutual, deberán colaborar para llevar adelante la reestructura que nuestro fútbol necesita.

Y esta no arranca por la selección sino por las bases: fútbol infantil, juvenil, del interior, hasta llegar al profesional. Es ahí dónde está el déficit.

Más tarde o más temprano Tabárez se irá, Valdez también, pero los problemas seguirán.

Por eso, si no se quiere un fútbol rehén de unos clubes que solo están para hacer mandados a los empresarios de turno y realmente se quiere mejorar, son los jugadores los que deben actuar.

Y lo deben hacer ya, caiga quien caiga.

Como pasa en Europa donde sin titubear ha desaparecido el Parma, Bari o Cesena, clubes que hasta hace poco estaban en primera.

Porque en todo el mundo, como es lógico, el que no se adapta o es deficitario desaparece, en Uruguay no!

NUEVO CICLO CELESTE

Uruguay acaba de caer con Francia. Se acabó el mundial y con ello el fin de un ciclo. Comenzará otro con una base sólida y muchas ilusiones.

Ojalá tenga el mismo éxito que los dos anteriores. Sí, éxito. Porque no todo se reduce a la obtención de un campeonato; más cuando en cuatro años que dura un “mini ciclo” de selección solo hay lugar para dos campeones, uno de un mundial y otro de una Copa América.

Hay que saber valorar las cosas en su justa medida, darse cuenta que cada vez será más difícil llegar a la cita mundialista y aún más estar en las instancias definitorias.

Para ello hay que seguir trabajando de manera seria como en los últimos 12 años. Porque el trabajo lo es todo, y si bien no es sinónimo ni garantía de éxito, seguro te aproxima a él.

Tendremos por delante cuatro años con varias bajas, jóvenes que deberán afianzarse y seguir progresando, y algunas fijas del presente que mañana ya no lo serán producto de la madre naturaleza. El tiempo pasa para todos, también para nuestros históricos.

Así, seguramente ya no veamos más a Maxi Pereira, Carlos Sánchez y «Cebolla» Rodríguez; muy poco a Stuani y algún otro que ya no concurrió a este mundial, como Lodeiro y Rámirez.

Godín, Cáceres, Suárez, Muslera y Cavani serán una incógnita a la hora de decir presente en Catar 2022. Pero para llegar a ello primero hay que pasar por una Copa América y un proceso de eliminatorias donde seguro en ambos estos nombres seguirán estando.

El tema será, como en la pasada eliminatoria, ir encontrando los sustitutos para cuando estos tengan que dar el paso al costado. Y para ello habrá que esperar que alguna joven promesa se consolide, como Valverde, o que otras aparezcan tras los dos campeonatos     -sudamericanos y mundiales- sub.20 que habrá previo a Catar.

Es cierto que hemos mejorado en cuanto a la conformación del plantel; también que encontramos la base para el futuro en plena disputa del mundial. Sin perder nuestra esencia y característica principal, hemos adornado la media cancha con jugadores de buen pie que nos permitirán además de marcar, tener más control de pelota, correr menos, pensar más y administrar mejor los tiempos de un partido.

No obstante nos sigue faltando elaboración. El problema ahora ya no será de nombres sino de funcionamiento. Nadie duda de que lo que está es lo mejor con lo que cuenta Uruguay.

Habrá entonces que buscar las variantes para jugar de manera competitiva, más allá del rival.

Entiendo que debemos aprovechar la edad y experiencia de nuestra actual zaga para con el resto del equipo darle un toque de dinámica y así un cambio radical a nuestro juego, aprovechando para ello las variantes que ofrece nuestro “renovado” medio campo.

Se me ocurren dos planteamientos posibles para el comienzo del nuevo ciclo y de cara a la Copa América de Brasil 2019:

1. Un equipo parado con: un líbero, dos stopper, dos laterales con proyección, tres volantes con marca, excelente estado físico y buen pie, y dos delanteros de elite. Los nombres serían:

Muslera

Godin

Cáceres-Giménez

Varela                                      Laxalt

Bentancur    –      Torreira     –       Valverde

Cavani      –     Suárez

2. La otra variante, tomando en cuenta la mejor versión de Uruguay en el mundial, sería con un marcado 4-4-2. Los nombres:

Muslera

Cáceres  – Godín  – Giménez – Laxalt

Nández   –    Bentancur   –    Torreira –   Valverde

Cavani      –     Suárez

Ojalá podamos ver a Uruguay con alguna de estas propuestas, sobre todo la primera, sin que ello implique perder nuestra identidad.

Ojalá podamos transitar los próximos cuatro años como los que pasaron, sabedores de que se va por el buen camino.

Ojalá podamos seguir todos unidos detrás de la casaca celeste, tirando para el mismo lado y gritando Uruguay nomá!

 

FRANCIA EN CUARTOS ¿CÓMO JUGARLE? ¿CON QUIÉN SI NO ESTÁ CAVANI?

Mi opinión es que se podría repetir el equipo que jugó contra Portugal, el sistema de juego, pero cambiando la estrategia a la hora de marcar. Claro que ello dependerá del estado sanitario de Edinson Cavani.

Imaginemos que esté.

Contra Portugal es verdad que a CR7 no le dimos metros para correr y tan solo concedimos una falta cerca del área, siendo que ello era parte del “objetivo” de la planificación del partido.

Pero también es cierto que nos lanzaron muchos centros y 10 tiros de esquina!

Si esto se repite contra Francia podemos estar en problemas debido a la altura de los volantes que constantemente llegan a zona de ofensiva, y a la de todo el equipo, cuando suban a cabecear en los corners.

Considero que, con o sin Cavani, lo más apropiado para jugarle a Francia es juntar las dos líneas de 4 y salir a presionar al rival, no cuando lleguen al borde del área, como contra Portugal, sino unos metros más arriba a través de la primera línea de contención.

Si a eso le sumamos el escalonamiento hecho contra Portugal seguramente neutralicemos tres de los puntos más fuertes de los galos: ataque en velocidad, remate de media distancia y cabezazo.

Tengamos en cuenta que Francia remató contra Argentina 21 tiros al arco y Argentina solo 6. Debemos estar muy concentrados y volver a tener una efectividad asombrosa como en el partido de Octavos.

Para poder llevar a cabo con éxito esa tarea necesitamos que nuestros extremos auxilien en todo momento a los laterales.

Por derecha sabemos que Nandez puede repetir lo hecho en los dos últimos partidos pero por izquierda no hay nadie con el rol específico de marca.

Si llegase a jugar Cavani no tengo dudas que será él quien se tire a ése sector a cumplir esa función.

¿Y si no juega Cavani?

Uruguay en este momento tiene por derecha un volante externo con clara vocación defensiva que puede ayudar al lateral de su sector sin que ello implique salirse de su puesto.

Sin embargo, los volantes que ocasionalmente pueden cumplir esa misma función de relevo y auxilio al lateral, por la izquierda, lo hacen saliendo del lugar donde mejor rinden.

Es por ello que ante la lesión de Cavani y pensando en ese 4-4-2 para neutralizar al equipo rival se abren a mi criterio tres posibilidades:

1) Sorprender con un cambio en la zaga dando ingreso a Varela o Silva.

Con el primero el sector derecho quedaría cubierto (Varela-Nandez) pasando a Cáceres a la izquierda y subiendo a Laxalt a zona de volantes. Con Silva la única variante consistiría en subir a Laxalt a mitad de cancha.

En cualquier caso Laxalt quedará liberado para atacar sin perjuicio de que su exuberante estado físico le permita siempre estar en condiciones de marcar.

En esta posibilidad la media cancha quedaría conformada con: Nandez, Vecino, Torreira -más atrasado-, Bentancur -más adelantado- y Laxalt.

Sería un planteo cauteloso que no me extrañaría y que tampoco resigna mucho en ataque ya que perfectamente se pueden hacer triangulaciones por el medio teniendo permanentemente a Laxalt para el mano a mano con Pavard, siendo el defensor que mostró más dificultades en los mano a mano.

2) Otra posibilidad pensando en lo que fue el partido que Francia disputó contra  Argentina sería dar ingreso a Urretavizacaya.

Argentina lo poco o mucho que hizo llegó de la mano de Di María. Con un gol de 20 metros y desbordes por la punta fue el único que logró inquietar a los laterales.

Nosotros tenemos en Urretavizcaya un puntero veloz que está acostumbrado a jugar algo retrasado y podría ser una alternativa interesante.

3) La otra variante, más lógica o previsible, sería el ingreso de Stuani para que juegue como tantas veces, pivoteando en zona de volantes para llegar ocasionalmente arriba.

Juegue quien juegue una vez más el orden táctico será clave. Lo que no podemos hacer es jugar como lo hizo Argentina. Y eso sabemos no va a pasar.

En el ritmo que nosotros podamos imponer estará la llave del partido.

Si nos movemos en bloque y no dejamos espacios para la corrida “libre” de los delanteros franceses, como hicimos con CR7, les será difícil romper nuestra defensa.

Pensemos que Francia lleva los mismos goles que nosotros, un par los hizo de penal y otro fue en contra, tiene la misma cantidad de remates al arco, menos corners y ha recibido más goles.

Hay que respetarle pero no temerle. Tiene falencias y no tengo dudas que el maestro sabrá cómo explotarlas.

El partido que jugaron contra Australia tiene que ser nuestra referencia.

Así que, sabiendo que no hay partidos ganados ni perdidos de antemano, hay elementos suficientes para seguir confiando.

Y lo de siempre, CONFIAR NO ES SUBESTIMAR! Es creer en nuestras virtudes.

Yo creo! Vos no? #VamosQueVamos!

MARACANAZO. Mucho más que 90 minutos.

Decir “maracanazo” es sinónimo de hazaña.

Se ha convertido con los años en una expresión que excede al ámbito deportivo. Los amantes del fútbol saben que está ligado al “partido final” de la Copa del mundo de 1950.

Los uruguayos sabemos que ocurrió un 16 de julio pero pocos, muy pocos, saben realmente cómo se llegó a cristalizar.

Porque el partido contra Brasil es cierto que de por sí tiene un significado mayúsculo. Ganarle al organizador, el mejor equipo del torneo hasta entonces y ante 200.000 personas es algo que difícilmente se vuelva a dar.

Pero está en el conocedor de la historia, y es obligación de todos los uruguayos, hacer saber al mundo el por qué de tamaña hazaña.

Hay que explicar que Uruguay – Brasil no jugaron una final.

Hay que decir que Brasil, como todo organizador en aquellas épocas, tenía ciertos privilegios a la hora de la organización y el sorteo.

Todos tienen que saber que luego de la fase inicial se disputó un cuadrangular final para dirimir quién sería el campeón. Brasil, Uruguay, España y Suecia jugaron ese cuadrangular en sistema de todos contra todos donde se otorgaban, como hasta 1994, dos puntos al vencedor, uno en caso de empate y cero por la derrota.

De esa forma los brasileños pensaron que difícilmente podía escapárseles el título. ¿Por qué? Porque no es lo mismo jugar un partido para consagrar al campeón, donde cualquier error puede no ser reversible, que hacerlo por sumatoria de puntos en un “campeonato largo”. Sino piensen qué le pasó a Hungría cuatro años después.

ASÍ ENTONCES, TODOS TIENEN QUE SABER QUE LA HAZAÑA DE MARACANÁ PASA, PRINCIPALMENTE, POR LO QUE VERÁN A CONTINUACIÓN.

1. En los tres partidos del cuadrangular final Uruguay se encontró en desventaja: ESPAÑA 1-2 hasta el empate de Obdulio 73’; SUECIA  1-2 hasta que llegaron los goles de Miguez 77’ y 85’ para darlo vuelta, y contra BRASIL 1-2 hasta el empate de Schiaffino en el 66’ y posterior gol de Ghiggia en el 79’.

2. Faltando 13 minutos para terminar el segundo partido (&SUE) Uruguay estaba sin chances de ser campeón. Pudo llegar a jugar con Brasil por nada!

Es más, si se hubiera dado el triunfo sueco (2-1 contra Uruguay) los brasileños podían sentirse campeones a falta de un partido. Entrarían a la última fecha con España y Uruguay eliminados y para perder el título debían no solo caer con los celestes sino que Suecia le ganara a España y descontara una diferencia de 16 goles!

3. Faltando 5 minutos para terminar el segundo partido (&SUE) Uruguay, si bien quedaba con chances de ser campeón en la última fecha, debía ganarle a Brasil por 6 goles!

El empate de Miguez dejaba a Suecia eliminado, al igual que España, pero obligaba a los charrúas a ganar por esa diferencia ya que cinco goles no le eran suficientes (los norteños tenían mayor cantidad de goles a favor).

4. El 16 de julio de 1950 Brasil llegó al último partido como pensaban los organizadores, sin necesidad de ganar para salir campeón. Esto es algo que no tuvo precedentes ni volvió a repetirse en la historia de las mundiales, incluyendo los disputados bajo la organización del COI (1924-1928).

5. Jugaban el mismo día Suecia – España pero ya sin chances de campeonato. A los organizadores les alcanzaba con el empate para lograr su primera Copa del mundo.

Si con el empate eran campeones qué decir a los 2’ del segundo tiempo cuando se adelantó en el marcador a través del gol de Friaça.

6. Uruguay debía dar vuelta el partido en los 43’ que tenía por delante.

7. A los 66’ llegó el empate de Schaffino. Brasil seguía a 24 minutos de ser campeón del mundo; los mismos que tenía Uruguay para ponerse en ventaja y no dejar escapar la Copa.

La celeste la seguía luchando de atrás como a lo largo de toda la fase final. De la derrota con España y la próxima eliminación con Suecia, a quedar a un paso de la Jules Rimet siendo testigos del festejo de 200.000 personas.

8. Fue así que recién a 11 minutos del final del torneo nos pusimos en ventaja con el gol de Alcides Ghiggia (79’). Recién en ese momento pasamos a liderar la tabla de posiciones y sentirnos campeones del mundo.

El resto es historia. Llegó el pitazo de George Reader  y con el la consagración más impresionante que jamás una selección haya podido obtener.

Porque el “Maracanazo” no fueron solo 90 minutos.

Fue una sucesión de acontecimientos vividos a lo largo de todo el certamen que han hecho que hoy, cualquiera que pueda salir de una situación incómoda, angustiante y casi irreversible, resuma su proeza con esa expresión.

EL TIEMPO PUSO LAS COSAS EN SU LUGAR

Días atrás salieron nuevas escuchas donde el delincuente de Alejandro Burzaco, exdirector ejecutivo de Torneos y Competencias y unas de las caras más visibles del Fifagate, reconoció al expresidente de la AUF, Sebastián Bauzá, como un tipo honesto, siendo entonces Uruguay un lugar a donde los corruptos no podían entrar.

Y vale aclarar que no podían entrar a través de la AUF -como sí lo hacían por el resto de las Asociaciones de Conmebol- porque está claro que a través de Eugenio Figueredo vaya que tuvieron vía libre para hacer todo tipo de negocios turbios.

A fines del año pasado se habían dado a conocer otros audios donde el propio Burzaco reconocía que los únicos dirigentes sudamericanos que no habían recibido coimas eran Sebastián Bauzá y el ex Presidente de la ANFP, el chileno H. Mayne-Nicholls.

Ambos acontecimientos nos deben llenar de orgullo a aquellos que queremos lo mejor para nuestro fútbol; por contrapartida, debe avergonzar a aquellos impresentables dirigentes, políticos y del fútbol, que hicieron todo lo posible para cansarlo y sacarlo de la Asociación Uruguaya de Fútbol.

Da mucha rabia además, que el otro delincuente “pasea perros”, que goza en nuestro país de una libertad que jamás debió dársele, también lo haya querido enchastrar haciéndolo pasar nada menos que por la justicia del crimen organizado.

Bauzá ya había dado muestras de dignidad, honradez y nobleza cuando durante su mandato el club de sus amores tuvo que salir del fútbol profesional por problemas financieros.

En ningún momento interfirió o buscó otorgarle favores a Bella Vista de modo de salvarlo de una situación crítica. Menos aún, como se probó, buscó auxiliarlo económicamente a través de la plata sucia que se ofrecía al por mayor en el mundo FIFA-CONMEBOL.

Esperaba ansioso la demanda de Bauzá contra el impresentable -y examigo de muchos dirigentes y periodistas de este país- Eugenio Figueredo pero su grandeza estuvo por encima de todo lo malo que le hicieron pasar y ha preferido dejar el tema a un lado.

Por todo esto, en agosto de este año, con el mundial de Rusia terminado, dejando a un lado lo expresado por el expresidente, los dirigentes que tengan un mínimo de dignidad y quieran lo mejor para el fútbol uruguayo deberían escuchar el clamor popular y actuar en consecuencia.

Porque el mandato de este ejecutivo es hasta el mundial; y el del cuerpo técnico de nuestra selección también. Y más allá del resultado, el proceso de selecciones debe continuar bajo una conducción seria y responsable.

Qué mejor entonces que el regreso de nuestro expresidente?

No hay nadie en este país que hoy no quiera que el Presidente de la AUF sea Sebastián Bauzá. Nadie que no esté contaminado por los arreglos o acomodos habituales de nuestro fútbol.

Por eso Don Sebastián, permítame decirle que usted ha sido un ejemplo de cómo se debe proceder en la vida; cuenta con el apoyo de todos los que queremos un fútbol uruguayo mejor, más honesto y profesional.

Si se siente con ganas no dude en volver.

El fútbol uruguayo lo necesita y mucho!

LA REMODELACIÓN DEL ESTADIO CENTENARIO

Solo en Uruguay puede ser tema de discusión la remodelación del Estadio Centenario. Se trata de algo que, con o sin mundial de 2030, resulta necesario.

Algunos quieren dejarlo como está solo porque fue declarado Monumento Histórico del Fútbol Mundial; eso aunque lo veamos día a día caerse a pedazos.

Seguramente esa gente quiera tener un Monumento no para seguir yendo a ver al seleccionado más laureado de la historia sino, únicamente, para ser visitado y recordar lo que allí pasó, estilo la Plaza de Toros del Departamento de Colonia.

Porque está claro que en un par de décadas, sin la plata que antes dejaban los “grandes” por su alquiler, no se podrá jugar más a estadio lleno.

Así, lentamente se irá viniendo abajo, hasta que se prohíba el ingreso por peligro de derrumbe.

Lo primero que se debe hacer con semejante Monumento es que la AUF lo adquiera para sí; que sea propio y salga de la órbita de la Intendencia de Montevideo.

A PARTIR DE ALLÍ COMENZARÁ LA OTRA DISCUSIÓN REMODELACIÓN O SUSTITUCIÓN?

Y sinceramente da igual. Porque así se haga otro estadio en el mismo lugar, nadie borrará la historia que allí se escribió. Pensar lo contrario es caer en un romanticismo barato!

Hoy en el mundo lo normal es tirar abajo lo viejo y levantar algo nuevo en su lugar.

Lo han hecho clubes pequeños, tradicionales o potencias. La mayoría hasta cediendo el nombre de su estadio a grandes empresas, generalmente del mundo asiático que poco tienen que ver con el mundo del fútbol. Sin embargo, ninguno de esos clubes perdió su identidad!

En nuestro caso, alcanzaría con trasladar la Torre de los Homenajes y todas las plaquetas conmemorativas del mítico Centenario, al nuevo Estadio que debería, eso sí, conservar el mismo nombre.

En cualquier caso, para que el nuevo Estadio pueda ser rentable se requerirá necesariamente de una inversión privada. Y para que sea sustentable dicho Estadio debe prepararse como “multipropósito”, de modo de poder tener recitales y eventos de gran convocatoria, sea cual sea el deporte que se vaya a desarrollar. Ello, amén de disputar allí todos los partidos de Uruguay de todas las categorías.

La AUF deberá, conjuntamente con el inversor, procurar jugar en el Estadio la mayor cantidad de partidos posibles, principalmente en fechas FIFA, de modo de percibir importantes sumas por televisación amén de las recaudaciones.

Si los grandes clubes del mundo lo hacen, cómo no lo va a hacer Uruguay en épocas donde ni siquiera los grandes jugarán en el Estadio Centenario.

La mayoría en Uruguay hoy entiende que se debe remodelar y no tirar abajo para construir uno nuevo. Principal argumento? Que es un monumento al fútbol por lo que debe mantener su diseño lo máximo posible.

Yo me pregunto en base a qué debe mantener su diseño? Qué es lo excepcional del diseño del Estadio Centenario?

El gran mérito de Juan Scasso fue haberlo construido en tiempo récord no el haber dejado una obra maestra desde el punto de vista arquitectónico.

En lo personal no tengo dudas, el 95% del Estadio debe ser demolido.

Negarse a ello basado en “la historia” y lo arquitectónico es desconocer la historia del Centenario y, lógicamente, de lo que es la arquitectura de un estadio en estos tiempos.

Desde 1930 a hoy el Estadio tuvo cambios que nadie se cuestionó en su momento: los vestuarios debajo de la olímpica, construcción de otro anillo en las cabeceras, suplemento de tribuna en la olímpica, colocación de butacas, el sembrado cambió decenas de veces, las cabinas de prensa igual.

Hoy el cambio es mucho más profundo. Impone una reestructura general o quedarse a esperar que sea inhabilitado por peligro de derrumbe en los próximos 30 años.

Yo entiendo que alcanza con quitar la Torre, todas las placas conmemorativas y lo demás… abajo!

La historia si se quiere está en el lugar geográfico donde fue construido y que tuvo siempre como testigo la Torre de los Homenajes. Ella es el SÍMBOLO del Estadio Centenario; y ella puede ser trasladada a una nueva obra como sucede con cualquier monumento.

Pero quedarse con que el Estadio no se puede tocar y remontarnos a 1930 es propio del estancamiento mental del uruguayo

Algún día tenemos que pensar como un país ubicado en el siglo XXI y no seguir viviendo de recuerdos y con el freno puesto.

Y repito, la adquisición del Estadio por parte de la AUF, con su posterior remodelación, es independiente al delirio mundialista. Cuanto antes se salga de la IMM, antes se podrá levantar. Así lo escribí hace tres años.

 

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