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@En1buena

Lo demás es puro cuento

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Fútbol

LOS ALARGUES

ITA ALE 70
El alargue más emotivo de la historia. Semifinal de México 70′ ITA 4-3 ALE tras empate a 1 en 90′.

A contrario de lo que muchos opinan defiendo a morir los alargues.

En la historia del fútbol son más aquellos donde hubo goles y espectáculo que los que fueron aburridos o cerrados, como muchos afirman.

Suele decirse que en ellos «no pasa nada porque ninguno quiere arriesgar y atacar». Para desterrar ese concepto basta repasar las finales de los mundiales de 2014, 2010, 1978, 1966 y 1934, todas definidas en alargue. Qué decir de «El partido del siglo» en la semifinal de México 70′. Sin ir más lejos, podemos quedarnos con los alargues disputados en Rusia 2018.

Hay que terminar con las frases hechas. Muchos quieren erradicar los alargues porque entienden que los jugadores se ha preparado «solo» para disputar 90 minutos. Pues bien, a esos les digo, que si un equipo se preparó para 90 minutos sabiendo que podía jugar 120, se preparó mal!

Además, a lo largo de la historia, jamás un equipo jugó los cuatro posibles partidos de tiempo extra previstos en una competición (siendo este el número máximo desde octavos de final hasta el partido definitorio).

Antes la pelota mojada pesaba más de un kilo, los zapatos otro tanto, las remeras eran buzos polares, el entrenamiento era distinto, la alimentación también y nadie se quejaba; de hecho, Uruguay – Brasil disputaron la final de la Copa América de 1919 la cual se definió tras dos alargues!

Hoy los futbolistas son atletas de élite. Pese a ello, casualmente en los alargues comienzan a aparecer supuestos calambres en los jugadores del equipo que va ganando, nunca en el que va perdiendo.

Un verdadero calambre te deja paralizado pero, increíblemente, el 95% de los jugadores que los padecen en los alargues suelen volver a incorporarse una vez que “el carrito” los retira de la cancha.

Croacia en 2018 tiró abajo cualquier excusa en este sentido. Disputó tres alargues. En todos arrancó perdiendo y en todos demostró estar preparado para la ocasión. De hecho, llegó a la final y jugó un primer tiempo de igual a igual contra un rival descansado.

Ir a penales directo sin pasar por el alargue, como muchos quieren, es indirectamente favorecer al que menos quiere jugar. Las estadísticas rompen los ojos en ese sentido.

Los penales se inventaron para no tener que jugar otro partido, como sucedía, a las 48 horas de terminado uno que había finalizado en empate. Además, como forma de evitar que el azar dirimiera la suerte de un partido. Cabe recordar que por sorteo se definió la clasificación a un mundial (tras el play off eliminatorio de 1954 entre España y Turquía), un sudamericano juvenil (Argentina campeón en 1967) y la clasificación a la final de una Copa América (Brasil 1983).

Es igual de cierto que los penales son más justos que el sorteo como que los alargues son más justos que los penales. Porque cuanto más se pueda definir en la cancha, tal cual fue concebido este deporte, mayor será el mérito del equipo victorioso.

Por eso siempre voy a considerar que lo más justo para el espectáculo es, sin dudas, jugar el alargue primero, para luego, eventualmente, ir a una definición por penales.

LOS TIROS PENALES

Historia

El lanzamiento desde los 11 metros en el fútbol se remonta a fines del Siglo XIX.

El procedimiento para su ejecución tuvo variantes con los años hasta llegar a lo que es hoy, incluso como modo de definición de ciertos partidos que terminan igualados, sea en fases de eliminación directa o último partido de un certamen.

Previamente los campeonatos podían definirse tras un alargue -o dos como ocurrió en el partido más largo de la historia; la final de Copa América 1919 donde Brasil venció a Uruguay-, mediante sorteo o la repetición del partido.

Nuestro segundo título olímpico se definió en un segundo partido contra Argentina (2-1) luego de empatar el primero 1-1.

Definiciones por sorteo han existido varias, las más recordadas son: a) la eliminación de España del mundial 1954 donde luego del tercer partido finalizado en tablas el niño Franco Gemma sacó de una galera un papel con el nombre de Turquía, asegurando con ello su presencia en Suiza.espac3b1a2-turquia2-17-3-54

b) El campeonato sudamericano Sub.20 de 1967 fue obtenido por Argentina luego de ¡dos sorteos! El primero para acceder a las semifinales; empatados con Colombia en el segundo puesto del Grupo jugaron un partido de desempate donde, luego de no haberse sacado ventaja, se impuso la albiceleste en el sorteo. El segundo en la propia final; tras empatar a dos con los guaraníes los argentinos fueron campeones juveniles,  por primera vez, mediante la realización de otro sorteo.

c) También Paraguay quedó fuera de la final de la Copa América -de mayores- 1983 tras perder un sorteo a manos de Brasil.

YO PREFIERO LOS PENALES ANTES QUE EL SORTEO DEL MISMO MODO QUE LOS ALARGUES ANTES DE LLEGAR A UNA DEFINICIÓN POR PENALES.

Evolución a lo largo del tiempo

Hasta 1996 al momento de ejecutarse un penal no se le permitía al golero moverse del lugar -que haya elegido situarse sobre la línea- hasta que la pelota saliera disparada.

Si bien nadie lo respetaba, las pocas veces que ello se exigía convertía en imposible que alguien pudiera detener un tiro penal que saliera bien esquinado. Se ven imágenes de antaño donde los goleros ante un penal generalmente ni se movían; el penal era -prácticamente- sinónimo de gol.

Por décadas reinó la improvisación por parte de los protagonistas de la acción. Golero y ejecutante eran dos desconocidos. Nadie sabía qué decisión tomaría el otro.

Con el tiempo se fue convirtiendo prácticamente en una ciencia. El grado de improvisación fue bajando producto del estudio previo que se hace del rival.

Hoy cualquiera sabe de los antecedentes de su rival de turno. Hacia donde pateó sus últimos penales y cómo le ha ido. Se considera un error de planificación imperdonable no saberlo.

Quedará para el recuerdo la “lista” de Lehman en el mundial de Alemania 2006 en la cual tenía la probable dirección que daría cada jugador del seleccionado argentino. Acertó todos los movimientos, pudo contener dos remates y así darle a su país la clasificación a semifinales.

Es que hoy nada queda librado 100% a la suerte!

Aquello de que “los penales son una lotería” o “son a suerte y verdad” con el tiempo se demostró que era una gran mentira.

La efectividad en los penales, como cualquier otra ejecución, requiere de mucho trabajo. De repetir una y mil veces distintos remates, para perfeccionar la técnica y “calibrar” la intensidad del disparo, dependerá en gran medida el éxito que puedas tener a la hora que te toque ser protagonista de la acción.

EL PENAL MÁS FÁCIL PARA EL GOLERO

TévezEl penal más fácil para el golero es aquél que va cruzado a media altura (metro y medio del suelo). Así y todo es el que más se repite a la hora de ejecutar. Y las dos cosas tienen su explicación.

No hay situación más estresante en la carrera de un jugador que el momento de ejecutar un penal. Acostumbrado a resolver en poco tiempo cuando tiene tantos segundos por delante y habiendo tanto en juego, la situación en teoría más sencilla se vuelve una pesadilla.

Lo primero que piensa el futbolista es embocarle al arco; porque si erra, claro está, así el golero vaya hacia el otro palo, va a fallar igual.

Y la forma de patear que da más seguridad, en el momento de mayor inseguridad, es afirmándose bien y cruzando el balón a media altura.

Claro que ello que te asegura no errarle al arco se convierte en el tiro preferido de los arqueros.

6F233EC7-9F11-4417-BFA7-E86694D461D2.JPGCuando el golero se lanza hacia un lado su cuerpo alcanza el máximo de extensión a una altura que ronda el metro, metro y medio.

Lanzar una pelota hacia ese punto es darle la mayor posibilidad al golero de que se luzca y la ataje. Como uruguayos recordamos dos ejemplos muy claros: el penal de Tulio en la final de la Copa América 1995 y el de Carlos Tévez por los cuartos de final de la Copa América 2011.

Los hinchas de Nacional recordarán los tres penales atajados por Jorge Seré en la final Intercontinental de 1988 ante Kieft, Gerets y Van Aerle. No se explica cómo teniendo enfrente a un golero que apenas alcanzaba el metro ochenta los ejecutantes optaron por rematar cruzado, a media altura.

La ejecución más efectiva

Con 42 años he podido ver todas las definiciones que se han dado en la historia de los campeonatos del mundo. También otras donde estuvo involucrada la selección o los clubes uruguayos.

De los miles de penales que he visto ejecutar no tengo ninguna duda a la hora de elegir cuál es el mejor o más efectivo; esto según la siguiente ecuación: más posibilidades de que vaya al arco, más posibilidades de que el golero no alcance al balón y menos riesgo de que el remate salga desviado.

Se trata del remate ejecutado por Andreas Brehme en la final del mundial de Italia 1990. (Foto de portada)

La carrera adecuada para la potencia justa. El impacto en el lugar preciso para que la pelota no se levante y haga prácticamente toda su trayectoria al ras del piso.

La dirección ideal para enviarla al único lugar donde, por más que el golero se tire antes y alcance su máximo de extensión, jamás puede llegar.

Alto arriba

En los últimos años cada vez que a un uruguayo se le pregunta cómo se debería patear un penal o cuál sería el mejor pateado inmediatamente responde “como Forlán en Quito -eliminatorias 2010- o Cáceres contra Argentina en la Copa América 2011”.

Es verdad que ambos fueron extraordinarios lanzamientos, amén de lo que significaron. Pero convengamos que el riesgo asumido es enorme!

Sin ir más lejos Forlán remató meses después un penal similar contra Sudáfrica y no le dio el mismo ángulo que en Quito; arriesgó mucho menos. A la eliminatoria siguiente en el partido contra Perú disputado en Montevideo quiso repetir esta ejecución y la atajó el golero.

Es que para que un tiro cruzado-alto sea efectivo necesariamente debe ir muy alto, al ángulo, y ahí las posibilidades de que se falle aumentan considerablemente.

Al patear a un ángulo se toma justamente como referencia la intersección de los dos palos; es por ello que muchos que han ejecutado de esa manera lo han fallado ya sea porque da en el travesaño o porque se va por encima de este.

Así he visto errar decenas de penales. Muchos de ellos quedaron en la historia: Platini en la definición de Cuartos de final contra Brasil en México 86’; Stojkovic en la definición de Cuartos de final contra Argentina en Italia 90’; qué decir de otros dos que definieron un mundial: Roberto Baggio (1994 & BRA) y David Trezeguet (2006 & ITA).

CáceresSi se va a asumir el riesgo de patear a un ángulo prefiero un disparo como el de Martín Cáceres, que años antes, de manera similar, lo había visto en Stan Valckx, N°15 del PSV Eindhoven en aquella definición de 1988.

Ambos se pararon como para cruzar el remate pero al momento del impacto abrieron el pie derecho y enviaron la pelota al ángulo. Valckx la acarició, asumiendo menos riesgo, Cáceres llegó con larga carrera lo que permitió darle más fuerza a un disparo que terminó en el ángulo.

Si bien como en el caso de Forlán se corre riesgo de que la pelota se vaya por encima o impacte en el travesaño, entiendo que al “empujarla” se regula mucho más la fuerza que alguien que patea fuerte y cruzado, al ángulo.

“Hay que romperle el arco”

Se trata de una frase muy escuchada a la hora de decir cómo debe patearse un penal.

El pelotazo fuerte la ventaja cierta que tiene es que, en caso de que el golero llegue con sus manos al balón, esta pueda escapársele. Si el tiro es suave esa posibilidad se diluye.

No obstante, el riesgo que implica pegarle -seco- fuerte es mayúsculo. Y no tanto porque el golero te lo vaya a atajar sino porque las posibilidades de que el balón se vaya por encima del travesaño son enormes.

Hemos visto recientemente fallar ese tipo de penales a Messi, Higuaín, más atrás en el tiempo a Rúben Sosa -en aquél partido contra España por la primera fase del mundial del 90’-, unos años antes a Héctor Morán y Pintos Saldanha en la final Intercontinental. Como ellos, a menudo vemos jugadores que fallan penales porque con sus remates han pretendido reventar el arco, importándoles únicamente pegarle «fuerte y al medio».

Otros penales

Con el pie abierto hacia el palo del perfil del ejecutante también es una opción muy utilizada y suele ser bastante efectiva si el remate va bien esquinado.

Se trata de un disparo más anunciado y menos potente por la necesidad de tener que llegar con menor carrera para poder afirmarse bien y direccionar el balón.

Ejemplos sobran. Nosotros podemos recordar los penales de Herrera y Francescoli en la final de Copa América 1995 o el del propio Enzo contra Dinamarca en México 86’, aunque allí se paró más recto al balón acomodando el cuerpo hacia su derecha instantes antes de impactarlo.

No es para cualquiera

La ejecución de penales no es una ciencia exacta. Todos los grandes jugadores en la historia del fútbol han fallado. Por eso no eso no es un momento reservado exclusivamente para los talentosos.

En Alemania tanto Andreas Brehme como Paul Breitner eran defensores y patearon penales en finales del mundo. El primero en 1990 tomó la responsabilidad antes que Vöeller o Klinsmann y el segundo, en 1974, antes que el máximo goleador alemán de todos los tiempos (Gerd Müller) y un tal Franz Beckenbauer.

Discusiones y gustos personales al margen lo cierto es que todo es cuestión de práctica. Nada te asegura el éxito pero la repetición ayuda a reducir el margen de error en todas las áreas, en los penales también.

LAS CHILENAS

No bien Cristiano Ronaldo convirtió su extraordinario gol de chilena contra la Juventus por los Cuartos de Final de la Champions League 2017/2018 manifesté que para mi, después de la que realizó Hernán Crespo contra Sporting Cristal por los Octavos de Final de la Copa Libertadores de 1996, era la mejor que había visto.

Con el correr de las horas comenzaron comparar estas con otros goles similares y opinar respecto a cuál era la mejor de todas. Los uruguayos se quedaron con la que realizó Cavani este año contra República Checa por la China Cup; otros con la realizada por Rivaldo contra el Valladolid o el Valencia en la Liga española y algunos con la de Rooney al City en la Premier.

Para mi no hay discusión alguna. Chilenas como las de Rivaldo o Francescoli (contra Polonia en un amistoso en 1985) han existido cientos y seguirán habiendo. Si bien la jugada siempre es pintoresca hay chilenas que no tienen mayor grado de dificultad por cuanto la pelota viene de frente al jugador, quien tras acomodarla con el pecho, realiza la maniobra para impactar la pelota de la única forma que podría hacerlo. Se trata de un recurso más.

Esto no significa que sea fácil. Pero sí que la chilena resulta de “fácil armado”. Toda chilena tomada de frente, más si hubo previo control, es de una dificultad mucho menor a las de Cristiano o Crespo.

Es como quien patea una pelota de bolea. No es lo mismo pegarle al balón «de aire», tras un centro cruzado, que tras controlarlo, acomodarlo, para luego direccionarlo; el grado de dificultad es totalmente distinto.

Otra pirueta interesante es la de Negrete en el partido México & Bulgaria por Octavos de final del mundial 86’. Es una muy buena resolución pero ni siquiera es una chilena. Quizás se asemeje más a lo hecho por Cavani referido más arriba. Lo cierto es que en la ocasión se trató de una pelota recibida a corta de distancia, poca velocidad y que resultó de fácil resolución en la medida que la pelota le quedó orientada para pegarle de la manera que lo hizo.

La de Rooney es muy interesante, más difícil que las anteriores mencionadas, pero no al grado de la de CR7 o Crespo, dado que la pelota le llega desde atrás -como a Cavani- y no de costado o desde un punto por delante de su posición.

Es que calcular la chilena cuando el centro viene fuerte y de costado, como en el caso de Crespo, es sumamente difícil. Hay que calcular dónde caerá la pelota, acomodar el cuerpo, girar, saltar, calcular el punto de impacto y darle dirección a la pelota.

Y si la de Crespo es espectacular, la de Cristiano habiendo impactado el balón a 2.38 metros del suelo, es realmente sublime.

Por eso diferencio entre una chilena como la de Cristiano contra la Juve o Crespo en el 96’, de cualquier otra a la que se hizo mención en esta reseña: las primeras son excepcionales y las otras suelen ocurrir a menudo, por cuanto son hechas con total control del cuerpo y el balón.

NO HAY POR QUÉ HACER LOS TRES CAMBIOS!!!

Hay gente convencida que es obligación hacer todos los cambios que prevé el reglamento como si ello te llevara, per se, a la obtención de un resultado.

Da la casualidad, también, que ese pedido desesperado de hacer las variantes nace de quien ve a su equipo caer derrotado. Suele pasar que cuando su equipo gana los cambios no eran tan importantes y quizás nunca se entere si se hicieron una, dos, tres o las cuatro variantes que ahora prevé el reglamento en caso de prórrogas.

Lo que hay que analizar es qué se pretende con un cambio.

Las variantes se hacen cuando los que están afuera pueden CAMBIAR, en positivo, algo de lo que hasta ese momento está sucediendo dentro del campo y no resulta favorable a tus intereses.

A veces un cambio inoportuno, lejos de mejorar, trastoca lo bueno que se está haciendo.

Porque hay algo a tener claro; no siempre que tu equipo está perdiendo es porque se estén haciendo las cosas mal. El rival también juega.

Si tu equipo está bien parado y no está siendo superado, ni siquiera físicamente, no hay motivos para tener que cambiar salvo que quien esté afuera reúna al menos las mismas cualidades de quien está en cancha.

En caso de duda, siempre optar por dejar al que está desempeñándose de manera correcta. A uno lo estamos viendo rendir, sabemos que es lo que está dando; el otro es una incógnita, si bien puede ser solución también puede romper con todo lo bueno que se venía haciendo.

Por eso cuidado a la hora de hacer pedidos fundados en frases hechas.

Para cambiar, que sea siempre para mejorar!

PROBLEMA COMÚN DEL HINCHA DE FÚTBOL

Pasa en todos lados. Es un mal que padecen la mayoría de los hinchas, de cualquier equipo, sea en la liga que sea.

Cuando se gana está todo bien, el apoyo es incondicional, las críticas no afloran, lejos se está de los insultos, se hace socio, los estadios se llenan y todos sacan sus carteles con los clásicos: “te dije” o “yo sabía”.

Pero cuando se pierde todo cambia y de la noche a la mañana se pasa a ser un desastre, la capacidad de los estadios decrece -pese a que todos se jactan de “nunca abandonar”-, la culpa siempre es de los terceros y nunca de su equipos; así, toda la responsabilidad pasa a recaer sobre los arbitrajes y comienzan a tejerse una serie de conspiraciones que ponen en papel de víctima al cuadro de sus amores.

Hay muchos hinchas que llegan a estar convencidos que los campeonatos se digitan o decretan y que si no fuera por ésas circunstancias su equipo sería campeón todos los años.

Otros destilan odio hacia los hinchas de otros clubes a través de las redes sociales.

Pareciera que reconocer errores propios te convierte en menos hincha; qué lejos estamos del sentimiento de amor y pasión por su club que existe en muchos clubes y países de Europa (Inglaterra, Alemania, etc).

Allí varios torneos se definen faltando muchas fechas y sin embargo uno ve los estadios repletos, juegue quien juegue, con gente alentando hasta el último partido pese a que su club se pueda ir al descenso.

En lo personal siempre fui hiper competitivo; jamás jugué al deporte que fuera sólo para entretenerme, siempre lo hice pensando que era una final y para ganar pero nunca tuve la necesidad de “robar” una jugada o pelearme con un rival; en todo caso sí me calentaba con mis compañeros de turno con tal de sacar lo mejor y ganar.

Me siento aliviado de nunca haber padecido estos males. Seguramente sea por mi forma de sentir el deporte, la particular relación que siempre tuve con los equipos grandes y, sobre todo, el sentimiento apasionado e incondicional que tengo hacia la selección de mi país.

Pero el hincha promedio sí los padece y es un experto en subirse al carro. Ahora perdimos tres partidos seguidos por eliminatorias y medio país piensa que somos un desastre, el técnico debería dar un paso al costado, los jugadores deberían irse en su mayoría, cuando no alguno dice que el árbitro del partido de Perú nos cocinó.

Me duelen las derrotas y también puedo discrepar con algún planteo o jugador en particular. De ahí a creer que nos han cocinado o que ahora se hace todo mal hay un abismo. A ese barco no me subo.

Yo a Uruguay lo vi ganar y perder, ser Campeón de América así como quedar afuera de los mundiales; nada me cambia una victoria, derrota o fracaso circunstancial.

Por eso, sea cual sea el devenir de estas eliminatorias, estaré hasta el último partido acompañando a la selección más laureada de la historia.

36 AÑOS SIN GANAR UN SUDAMERICANO JUVENIL

Si podemos llegar a definir mundiales, como ha pasado más de una vez, no hay excusas para no poder definir sudamericanos juveniles, como pasa desde hace 36 años!

Lo primero que tenemos que hacer es mentalizarnos en que el objetivo es el campeonato, de ahí para abajo, lo que se alcance será bienvenido pero como premio consuelo.

En épocas de Víctor Púa el objetivo siempre era pasar de ronda, luego ir avanzando, quizás clasificar a un mundial pero jamás se habló de la posibilidad de salir campeón.

LA ACTITUD ES TODO y empieza por la cabeza! Eso es lo que por décadas les faltó a los seleccionados juveniles y lo que sobraba cuando se comenzó a disputar este tipo de torneos donde…

De los primeros 10 campeonatos, hasta 1981, Uruguay ganó 7; después, se jugaron 17 torneos Sub.20, 16 en la categoría Sub.17, y más acá en el tiempo 7 Sub.15 de los cuales no ganamos ninguno.

SIGNIFICA QUE DE LOS ÚLTIMOS 40 TORNEOS JUVENILES NO OBTUVIMOS NINGUNO (0%) CUANDO DE LOS PRIMEROS 10 HABÍAMOS GANADO EL 70%.

Además, desde 1981 a la fecha, se jugaron 9 torneos preolímpicos (los últimos 3 en sudamericanos) dónde no solo no obtuvimos el Torneo sino que clasificamos únicamente a la cita olímpica de Londres 2012.

En definitiva a nivel Juvenil entre Sub.15, Sub.17 y Sub.20:

Hasta 1981 Uruguay tenía 7 títulos, Argentina, Paraguay y Brasil 1

HOY Uruguay sigue con 7 pero BRA tiene 26, ARG 8, COL 4, PAR 3, BOL 1 y PER 1

Incluso, por fuera de los sudamericanos pero también a nivel juvenil, se disputan los Juegos Panamericanos donde hubo que esperar 7 Juegos y 32 años para volver a subir al escalón más alto del podio.

futbol-uruguay-campeon-panamericano-toronto-2015Como pasó en Toronto 2015 debemos mentalizarnos desde el comienzo en el objetivo principal para que el momento de la definición nos encuentre motivados y con plena convicción de que el campeonato debe ser celeste.

El proceso Tabárez llegará a su fin a mediados de 2018. Entraremos a jugar los últimos 3 sudamericanos juveniles dentro de su ciclo. Es hora de que el trabajo serio, metódico y responsable que se ha llevado adelante desde 2006 tenga su coronación también a nivel de sudamericanos juveniles.

Dominador hoy por hoy nadie lo es en ninguna categoría. Desde hace un tiempo hemos vuelto a ser competitivos asistiendo de manera constante a los mundiales mayores y juveniles. Pero nuestra historia y este proceso exigen dar un paso más para volver a levantar el trofeo.

Es verdad que las selecciones juveniles son amores pasajeros donde se suele disfrutar del momento y en la mayoría de los casos sus integrantes no tiene gran futuro. Pero 36 años sin que se haya podido consolidar una relación estable que pudiera engendrar un título parecen demasiado.

Partido contra Venezuela con planificación puesta en Ecuador

En el día de hoy arrancó la planificación para los partidos contra Venezuela, el jueves en el Centenario, y Colombia, el martes 11 en Barranquila.

Dentro de esa planificación no deberá perderse de vista la primera final que tendrá este plantel para sacar pasaje al próximo mundial, el partido contra Ecuador (L) a disputarse en noviembre.

Para que el año próximo en Asunción podamos obtener el boleto a Rusia hay que asegurar los 3 puntos contra la vinotinto, sin perder de vista el encuentro contra Ecuador.

Esos 6 puntos nos dejarán con un pie y medio en el mundial.

Entonces, como decía hace un mes, pensemos que en Colombia perfectamente se pueden perder 3 puntos, pero NO jugadores para la final contra Ecuador!

En Baranquilla no podemos exponer a quienes deberán estar sí o sí contra Ecuador.

Aquí, en noviembre, tenemos que tener lo mejor y ello significa contar con nuestra columna vertebral parte de la cual (Suárez y Cavani) arrastra tarjeta amarilla.

Para el partido contra Venezuela se me ocurre un 11 con:

Muslera

Corujo – Godín – Coates – Silva

Sánchez – Egidio – De Arrascaeta – C.Rodríguez

Cavani – Suárez

Juguemos una final contra Venezuela, procurando repetir lo hecho contra Paraguay, pensando que el partido dura 45’. Tratemos de sacar ventaja de modo de que promediando el segundo tiempo podamos poner la mente en el partido contra Ecuador.

Así, para contar con lo mejor en noviembre, evitando todo riesgo en un partido “perdible” en Barranquilla:

– Suárez y Cavani podrían -yo entiendo deberían- hacerse amonestar contra Venezuela de manera de cumplir su suspensión contra los cafeteros;

– Godín, que no tiene amarilla  pero viene de una lesión y es prácticamente un hecho juegue este jueves, es mejor preservarlo desde lo sanitario y evitarle además un viaje desgastante;

– A ellos podría sumárseles Muslera, que también es pieza clave en el seleccionado.

Contra Colombia en Barranquilla, además, entiendo debe ponerse un equipo joven, liviano, dinámico y de buen pie, de manera que cuando tengamos la pelota podamos retenerla y no estar 90’ corriendo detrás de ella.

A la hora de la conformación del equipo pesan también los antecedentes que nos permiten descartar a Cebolla Rodríguez, Palito Pereira y Arévalo Ríos que fueron quienes más padecieron -junto a Maxi Pereira- los efectos del calor en el antecedente reciente. Los tres son fundamentales para el entrenador y debemos preservarlos para lo que viene.

Entonces, por todo lo anterior, contra Colombia se me ocurre poner el siguiente equipo que a la vista puede parecer defensivo, pero tiene buen pie, eventualmente control de pelota, marca y desbordes por los extremos:

Campaña

Corujo – Coates – Silva – Ricca

Sánchez – Vecino – Lodeiro – Ramirez – Laxalt

Rolan

Es una humilde opinión que no implica subestimar a Venezuela, sino ser conscientes del presente de los equipos que se enfrentan el jueves y la relevancia que tiene el partido de noviembre contra Ecuador.

Porque como decía hace un mes, si todo sale bien, con 28 pts en la tabla, en la 16a fecha contra Paraguay y a falta de dos para finalizar la competencia, podríamos estar alcanzando la clasificación directa.

EN PARAGUAY PODRÍAMOS LOGRAR EL BOLETO A RUSIA

 

Con el pesimismo que nos caracteriza no estamos sabiendo valorar la extraordinaria eliminatoria que Uruguay viene teniendo hasta el momento. Estamos primeros habiendo jugado los partidos más difíciles y, sin embargo, muchos se esfuerzan por seguir viendo todo de manera negativa.

Los que pisamos los 40 podemos recordar vagamente la eliminación de 1981, pero ya con total uso de razón y conocimiento futbolístico, las eliminatorias desde 1985 hasta hoy (9 con la que se está jugando); pues bien, nadie puede negar que estamos ante el mejor desempeño celeste en ese lapso.

A los “exquisitos” que suelen criticar a la selección, haga lo que haga, los invito a esperar cuatro años para que vean y valoren, si el fixture no cambia, lo difícil que será tener a esta altura 16 puntos.

Porque hay algo que muchos están pasando por alto, EL FIXTURE DETERMINÓ QUE URUGUAY TUVIERA EL COMIENZO MÁS DIFÍCIL. Del mismo modo, nadie tendrá un remate más accesible!

No es lo mismo enfrentar a Bolivia en la altura en la fecha 1, que en la penúltima eliminado y con un equipo nuevo.

Algo similar pasa con Ecuador, rival directo al que tuvimos que visitar, también en la altura, en la 3ra fecha y con las chances intactas. Del mismo modo, que te visiten Colombia (F.2) y Chile (F.4); en el caso de los cafeteros, además, sin jugadores suspendidos por acumulación de tarjetas por tratarse de la 2a fecha. Cuanto más se avanza suele haber más suspendidos.

Tampoco es lo mismo visitar a Brasil y Argentina en las primeras fechas que en las últimas cuando, en teoría, ya están clasificados.

EL BOLETO PUEDE ESTAR EN ASUNCIÓN

La frase hay que salir a ganar todos los partidos es tan absurda como aquella que dice que para ser campeón hay que ganarle a todos. En las eliminatorias hay que usar la cabeza y pensar más allá de lo inmediato.

Lo próximo de Uruguay es contra Venezuela (L), Colombia (V) y Ecuador (L). Ganar esos 6 puntos de local nos dejaría con un pie en Rusia.

En Colombia perfectamente se pueden perder tres puntos NO jugadores! Contra Ecuador en casa tenemos que tener lo mejor y ello significa contar con Suárez y Cavani, que arrastran tarjeta amarilla.

Entonces, juguemos  una final contra Venezuela procurando repetir lo hecho contra Paraguay. Pensemos que el partido dura 45’; tratemos de sacar una ventaja de modo de que promediando el segundo tiempo ambos se puedan hacer amonestar y cumplan su suspensión contra Colombia.

En Baranquilla no podemos exponer a quienes deberán estar sí o sí contra Ecuador.

eliminatoriasPorque si todo sale bien, en la 16a fecha contra Paraguay y a falta de dos para finalizar la competencia, podríamos estar alcanzando la clasificación directa.

¿Cómo? Alcanzando los 28 puntos y sin que ello implique hacer un razonamiento extremadamente optimista.

Tenemos 16 puntos.

De los próximos 21 (7 partidos) contemplo solamente la obtención de 9 que podrían salir de:

2 triunfos: Venezuela y Ecuador.

2 derrotas: Colombia y Chile de visita, por ejemplo.

3 pts de los partidos contra Brasil, Argentina (ambos de local) y Perú de visita (F.14)

Perú estará virtualmente eliminado o con la necesidad imperiosa de salir a ganar. Lo mejor que tiene Uruguay es su juego de respuesta y nada mejor que rivales como Perú o Paraguay para desarrollarlo.

Es por eso que en la fecha 16, cuando juguemos contra los guaraníes, urgidos de la victoria -si es que ya no están eliminados-, tendremos la posibilidad matemática de sacar el boleto a Rusia.

De lograr una victoria se llegaría a los 28 puntos, suficientes para clasificar al mundial.

Habrá quien diga que el razonamiento es igualmente optimista.

A esos les digo que recuerden que en el peor de los casos, perdiendo otro partido, siendo un desastre, haciendo solo 9 de los próximos 24 pts y llegando con 25 a las dos últimas fechas, contamos con el doble bonus: Venezuela  (F.17 de visita recontra eliminado) y Bolivia (F.18 de local, que hace más de 50 partidos no gana fuera de casa).

Quienes quieran seguir criticando pueden hacerlo, sólo sepan que estamos, como pocas veces, muy cerca de un campeonato del mundo habiéndose jugado solamente un 44,44% de las eliminatorias.

Nos separan 90’ nos une mucho más que una pelota

En horas jugaremos un partido clave por las clasificatorias del mundial de Rusia.

De su resultado dependerá seguir mirando la tabla desde arriba o quedar entreverados en un grupo de 6 selecciones donde calculadora y repechaje volverán a ser las dos palabras más escuchadas a la hora de volver a ver a nuestra selección.

Nos espera Paraguay quien desde 1957 nos ha amargado más de una vez, especialmente en partidos de eliminatorias. Contra los guaraníes históricamente se dan duelos parejos, con juego FUERTE pero LEAL.

Debemos tener presente contra quién jugamos; no sólo los que entrarán a la cancha sino también quienes acompañaremos desde afuera.

Los jugadores saben que no se trata de un partido al que haya que salir a llevarse al rival por arriba; en el fútbol de hoy sólo con carácter y pierna fuerte no alcanza, menos contra Paraguay.

Ya en épocas de campeones del mundo nos sorprendieron con un 5-0 que costó nuestra primera eliminación -vía eliminatorias- a una Copa del Mundo (Suecia 58’).

Las dos selecciones saben que si mañana van al roce tienen más para perder que para ganar; sobre todo en una clasificatoria que castiga la acumulación de amarillas para futuros partidos.

Si hay un país al que Uruguay debe respetar ese es Paraguay.

Algo que caracteriza a nuestros rivales de mañana es el respeto y la admiración que tienen por nuestro fútbol. Ellos reconocen que fuimos su espejo e inspiración a la hora de desarrollar este deporte.

Para ellos hablar de fútbol y decir que son “parecidos” a los uruguayos es un honor; son los primeros en elogiar nuestras virtudes, nuestros jugadores, a nuestros técnicos que han dejado enseñanzas en su país.

Son un pueblo que respeta y admira a los “charrúas” como ninguno!

Claro que el vínculo entre Uruguay y Paraguay es muy estrecho y excede el ámbito futbolístico.

Siempre existió un excelente relacionamiento entre la AUF y la APF.

En 1924 Paraguay organizó la Copa América de selecciones en territorio uruguayo, dado que no contaba con la infraestructura necesaria para el evento.

Ese mismo año los dirigentes paraguayos, en reconocimiento a lo que fue la gesta olímpica de la celeste en Colombes unos meses antes, decidieron ponerle al Estadio de Sajonia, hoy Defensores del Chaco, “Estadio Uruguay”.

Al año siguiente lo reinauguraron llamándole “Uruguay” e invitando a nuestra selección para el acontecimiento.

Himno paraguayoTodos saben que nuestro prócer José G.Artígas vivió sus últimos años en Paraguay. Hemos visto que por las redes sociales circula desde hace unos días una exhortación a respetar el himno paraguayo al momento de su entonación, cosa que no debería ser más que una obligación sea quien sea el  rival de turno; lo que no todos saben es que también respecto a ése símbolo patrio existe una vinculación muy grande entre ambos países.

Las letras de los himnos de Uruguay (1833/1845) y Paraguay (1846) pertenecen al escritor y poeta uruguayo Francisco Acuña de Figueroa.

En muchos lados confunden los nombres de nuestros países.

Muchos dicen que somos parecidos; en algunos aspectos lo somos.

Ellos son más tranquilos, nosotros vivimos estresados; no decimos “lastimosamente” ni «llavear» a la hora de abrir una puerta, así como ellos no usan el “bo” ni acentúan la “Y” para decir “uruguayyyyyyo”, pero somos parecidos.

Sobran motivos pues respetar a los adversarios de mañana.

No sólo a quienes estarán adentro sino al pueblo que ellos representan afuera; pueblo que sin dudas es quien más admira y respeta la esencia de los uruguayos.

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